¡Logros, venid a mí!

 Sin embargo, no todo es tan bonito. Así pues, analizaremos las ventajas e inconvenientes de éstos, sus pros y sus contras, sus "semejantes", etc. Para empezar, simplemente mencionar lo anteriormente dicho, que los logros son premios en forma de puntos G, que están en todos los juegos, y que debes realizar la misión o el objetivo marcado por el logro para desbloquearlo. Surgieron por primera vez bajo el nombre de "Logros" en la consola Xbox360 de Microsoft, también archiconocida por todos vosotros, desde el día de su puesta al mercado. Así pues, cada juego debe contener mil puntos G de logros, separados según el criterio de la empresa fabricante, aunque ya hay unos estándares, los cuales ayudan a que todo el mundo pueda conseguir unos (más o menos) en cada juego comprado. Lo de los mil puntos sucede en juegos físicos; sin embargo, no con los juegos del Bazar, cuyo máximo es, si no recuerdo mal y, si me equivoco, rectificarme, de dos cientos puntos G.

Los logros, o la finalidad de éstos, siempre ha estado presente en los videojuegos. Siempre había combinaciones complicadísimas que nos obligaban a entrenar día tras día para poder conseguirlas, o lugares casi inaccesibles a no ser porque mirabas una guía donde te indicaba dicho lugar, o tesoros con armas escondidas... es decir, completar el juego al 100%. La motivación de los logros no es más que la de proponer retos, y, en general, proporcionar ayuda y ganas para acabar un juego al 100% de su totalidad, y no sólo la historia, por ejemplo. De esta manera, el juego es amortizado totalmente. Así pues, esa sería su parte buena: los logros nos proporcionan motivación mediante la adquisición de puntos para obtenerlos, y así disfrutamos más del juego. Su parte negativa es evidente: para todas las mentes aferradas única y exclusivamente a los videojuegos, ésto puede turnarles en máquinas de hacer logros. En todo caso, siempre nos habremos planteado aquello de: "venga, a ver si me esfuerzo y le supero en logros".

Dicho pensamiento es bueno y malo al mismo tiempo. Como siempre, ne quid nimis, que los extremos son malos. Además de que se puede dar el caso que se produzca hasta una discriminación por los logros (servidor lo ha vivido y sí, es muy triste). Estos temas ya son más elitistas más bien, temas que suceden poco y a menudo es en broma. Pero, ¿y aquélla persona que ahora juega única y exclusivamente por el afán de conseguir logros? Y es que estamos seguros de que vosotros, lectores, encontraréis a más de uno. Algún amigo que os da la sensación (cuidado también con lo que parece ser y lo que es realmente) que está comprando juegos a doquier con el objetivo de conseguir logros, por la obsesión de conseguir puntos y puntos y demostrar lo valiosos que son como personas. ¿Y esa necesidad, de dónde surge? ¿cómo puede ser que ya no se juegue por placer, sino por el mero "placer" de obtener puntos G? Y vosotros, lectores, ¿qué opináis? ¿estáis de acuerdo con la política de los logros y sus consecuencias? ¿os habéis encontrado mucho gente de la que describimos arriba, o es pura paranoia mía? Una vez más, muchísimas gracias por haber leído, y espero no haber hecho perderos el tiempo.