Syndicate, Australia y la censura

Reportaje

Todas las claves para comprender el affaire de Syndicate en el país austral

22/12/2011 00:05
Syndicate ha sido prohibido en Australia por su organismo de regulación de contenidos, la Australian Classification Board. A muchos les extraña que un país tan avanzado en todos los sentidos sea tan restrictivo en cuanto al contenido audiovisual se refiere. En este artículo os explicamos todos los detalles del suceso, que os ayudarán a comprender la problemática de la censura en territorio australiano.

El organismo ACB

El gobierno australiano fundó el Australian Classification Board (ACB) se creó en 1970 con el objetivo de moderar y catalogar los contenidos de las películas y libros que llegaban al país. Este organismo se basaba (y aún se basa) en el Código de Clasificación nacional, unas reglas gubernamentales para la calificación del material audiovisual. De hecho, las normas y leyes que rigen la ACB apenas han cambiado desde entonces.

Syndicate

Lo cierto es que se trata de un sistema conservador, basado en la misma sociedad australiana. A pesar de contar mayormente con gobiernos de centro-izquierda, Australia es un país con una mentalidad algo chapada a la antigua. El país fue anteriormente una colonia británica, pero tras su independencia a principios del siglo pasado, tuvo un mayor apego con Estados Unidos que con Gran Bretaña. La cultura y la forma de pensar de estadounidenses se contagiaron a Australia. Una forma de pensar que no suele tener unas miras demasiado abiertas.

El sistema del ACB no ha sido amigo de la censura, pero si que se ha regido por unos parámetros bastante estrictos. A pesar de ello, cada gobierno regional puede o no aceptar la censura en su territorio, lo que da cierta libertad de maniobra a las autoridades locales.

Pero ello no convierte el ACB en un organismo abierto: para cambiar sus bases (algo que ha ocurrido en contadas ocasiones), los ministros nacionales y regionales de los distintos partidos deben llegar a un acuerdo al respecto. Y aun así, el Consejo de Calificación puede invalidar estos acuerdos en el sur del país. Esto nos da una idea de lo hermético que es el Australian Classification Board. A lo largo de su existencia ha habido numerosas polémicas debido a la censura de varias películas.

No fue hasta 1994 que los videojuegos pasaron a ser competencia del ACB. Inicialmente se regía por las mismas bases y calificaciones que las películas y los libros. Es decir, que las posibles calificaciones de las obras eran los siguientes:

G: Todos los públicos

PG (antes NRC, no recomendado para niños): Niños bajo la supervisión de un adulto

M: Recomendado para adultos, pero sin restricción de edades.

MA15+ (insertado en 1993): No recomendado para menores de 15 años. Los menores de dicha edad tienen  que estar obligatoriamente acompañados de un adulto.

R18+: Únicamente para mayores de 18.

X18+: Contenido sexual. Solo para adultos.

Pero hay una diferencia en cuanto a los videojuegos con respecto a las películas y los libros: las obras que reciben un R18+ o un X18+ quedan automáticamente censuradas (calificación RC), y su distribución se prohíbe en el país. A cambio de esta ley, el organismo suele tener manga ancha a la hora de calificar. La mayoría de juegos para adultos suelen recibir el MA15+ para evitar problemas con las compañías. Aunque no siempre es así.

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