Análisis Atelier Rorona Plus: The Alchemist Of Arland

La saga 'Atelier' es una de las poquitas franquicias de rol japonés que puede presumir de ser prácticamente anual. Ya sea gracias a revisiones o títulos originales, cada Tokyo Game Show tenemos nuevas noticias acerca del que será el nuevo proyecto de Gust, cuya fórmula gusta en el país del sol naciente y no tiene pinta de que vaya a cambiar a corto plazo. Cada uno deberá valorar si es conveniente que una saga JRPG innove o siga fiel a sus raíces durante años, y si es positivo que salga un nuevo juego tan seguido del anterior. Lo que está claro es que un poco de pausa entre lanzamiento y lanzamiento no estaría de más, y es que no hace ni cuatro meses que analizamos 'Escha & Logy'.

Hoy el turno le toca a 'Atelier Rorona Plus: The Alchemist Of Arland ', un remake del 'Atelier Rorona' que salió originalmente a finales de junio de 2009 en Japón y en exclusiva para PS3, y que acabaría llegando más de un año después a territorio europeo y americano. Por sus características, se trata del juego perfecto para iniciarse en la saga, ya que sigue la dinámica del resto de títulos de la franquicia pero no resulta tan compleja de entender (a pesar del idioma) como iremos viendo a continuación. Además, todo hay que decirlo, los protagonistas de esta aventura tienen un carisma especial que nos irá encandilando a lo largo de la aventura.

Al principio quizás parezca un poco irritable, pero en el fondo es buena personita

Salvando el negocio a base de alquimia

Rorolina Frixell (Rorona para los amigos) es una joven alquimista aprendiz de Astrid Zexis, una experta en la materia que una vez ayudó a la familia de la chica acabando con una grave enfermedad que sufría uno de sus miembros. Para compensar el favor, Rorona decidió empezar a echarle una mano en el taller de alquimia de la ciudad, aunque desgraciadamente el negocio no va nada bien e incluso parece destinado al cierre. Nada más comenzar el juego, Astrid toma la decisión de dejar al mando a la chica, quien a partir de ahora deberá hacerse cargo de la tienda y cumplir con las tareas oficiales encomendadas por el reino para evitar así la anunciada clausura.

Doce tareas en tres años es el objetivo que tenemos para no fracasar en nuestra misión, y para ello tendremos que temporizar bien nuestras acciones y dar una vuelta por el mundo en busca de materiales que echar al caldero para cumplir los encargos. Tendremos noventa días para cada tarea principal y, al igual que en otros 'Atelier', viajar a distintas localizaciones o crear objetos mediante alquimia consumirán de media dos o tres días. El concepto de tiempo no es más que una forma de limitar el número de acciones que podremos hacer para cumplir el objetivo, lo que hace que tengamos que pensar bien qué pasos necesitamos dar y otorga un componente estratégico muy interesante a la saga.

Para los amantes del fanservice: sí, podemos cambiarle la vestimenta cuando queramos

Todo sigue tal y como lo dejamos

Los 'Atelier' son JRPG muy característicos, que cuentan con elementos como el paso de los días o la alquimia que no suelen verse en otros videojuegos del género. Sin embargo, como hemos dicho antes, entre ellos hay poca variedad y entrega tras entrega las innovaciones son mínimas. 'Atelier Rorona Plus: The Alchemist of Arland' no es una excepción, así que si ya has jugado a otro título de la franquicia comprenderás la mecánica en menos de cinco minutos. A veces, que algo sea igual no quiere decir que sea malo, pero sí que es cierto que se echan de menos nuevas fórmulas que no den la sensación de que siempre jugamos al mismo juego.

La jugabilidad de este remake, por tanto, no deja de ser muy parecida a la del 'Escha & Logy' de hace cuatro meses, lo que quiere decir que también cuenta con sus defectos y virtudes. El aspecto positivo es ese elemento estratégico que hemos comentado, y las posibilidades que ofrece el caldero; el negativo, que tras unas horas de juego 'Atelier Rorona Plus: The Alchemist Of Arland ' se vuelve monótono por su fórmula "recolección-alquimia-entregar misión", llevando el concepto de "chico de los recados" a su máxima expresión. Más de uno puede pensar, y con razón, que "jugado un 'Atelier', jugados todos".

Los combates, una vez más, son por turnos y nos dan la opción de usar los comandos de ataque, defensa, objeto, habilidad y escapar. No tienen mucha profundidad pero eso no impiden que sean muy entretenidos, entre otras cosas porque el nivel de dificultad está bien ajustado desde la primera mazmorra y siempre nos exige un plus, pero sin obligarnos a gastar una hora subiendo de nivel. En este punto también será importante la elección de los personajes que nos acompañarán en la batalla: a medida que avancemos en la historia se irán desbloqueando aliados que se ofrecerán a luchar a nuestro lado, y podremos cambiarlos hasta formar un grupo de tres siempre que estemos en la ciudad.