The Elder Scrolls V: Skyrim. Apartado jugable

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The Elder Scrolls el mejor de su género para muchos es eleva a la máxima potencia las bases del mismo. ¿Volverá la quinta entrega a los orígenes, se basará en la muy vendida fórmul

22/07/2011 22:00
Al despertar en tu casa en los frondosos bosques de Skyrim, te das cuenta de que todos los dioses que protegen Tamriel se han puesto de acuerdo para hacer del día de hoy una ocasión estupenda para salir al aire libre. Mientras decides que ropas llevarás, recuerdas las historias de héroes de Vvanderfell y Cyrodiil, que vencieron a temibles enemigos y salvaron a esta bella tierra de su total destrucción. ¿Y por qué yo no? Buena pregunta. En su momento, decidiste ser un hábil espadachín, o un preciso arquero, o un silencioso asesino, o tal vez un poderoso mago...de modo que avisas a tu cónyuge: prepárame el petate que voy a ver mundo.
Imagenes del E3 11

Cuesta creer que Skyrim y Oblivion pertenezcan a la misma generación

Esta es una de las miles de historias que pueden tener lugar en el nuevo capítulo de la genial saga The Elder Scrolls. Considerada por muchos como el mayor exponente del rol fantástico y el sandbox medieval (ambas cosas a la vez, ya que por separado la competencia es más feroz), en esta ocasión nos trasladan a la región norteña de Skyrim, lugar de origen de la raza Nórdica (obvio). Pero el lugar es lo de menos, pues aunque Oblivion estaba mejor situado que Morrowind, y mucho mejor técnicamente, no consiguió dejar las mismas sensaciones que esta vieja joya del rol.

Lo que sí que es cierto es que Bethesda Softworks tenía muchas cosas a mantener en Skyrim con respecto a Oblivion, pero también muchas a mejorar y tantas otras a tener en cuenta de las primeras tres entregas de la saga. Aunque su trama y su ambientación eran geniales, perdió algunos puntos en elementos roleros, facilitando las tareas al jugador con un autolevel y eliminando la obligación de viajar a pie, algo que muchos no vieron con buenos ojos. A pesar de ello, todas las obras que conforman la franquicia gozan de una popularidad creciente y una calidad fuera de toda duda.

Imagenes del E3 11

La libertad será mayor que nunca, y los caballos nos ayudarán en el viaje


Lo que hace de The Elder Scrolls el mejor de su género para muchos es elevar a la máxima potencia las bases del mismo. Gozar de una libertad sin límites es solo una pequeña porción del pastel, pues la genial recreación de este universo y las historias secundarias, tan complejas unas como cotidianas otras, tejen un tapiz de vida propia y muy, muy distinta a la del resto de los competidores. ¿Volverá la quinta entrega a los orígenes, se basará en la muy vendida fórmula de Oblivion o cogerá lo mejor de cada casa?

Partamos del átomo, de la base de la saga, ¿qué es The Elder Scrolls? Esta franquicia hace una oferta clara y concisa por la libertad de acción total y absoluta. Es posible que hasta el momento lo que no ha existido en la misma es una relación causa-efecto lo suficientemente potente como para recrear un mundo realista, pero lo que si se ha ofrecido es la posibilidad de viajar a donde queramos y cumplir las misiones que deseemos en un mundo de factura tan bella y enorme que en muchas ocasiones nos superaba como jugadores.

Cada The Elder Scrolls era un referente en su momento a nivel técnico, pero también a nivel jugable por una propuesta valiente, arriesgada y titánica en su realización. Esta escalada de calidad, de apuesta por una filosofía clara, tuvo su máximo esplendor en Oblivion, una evolución en su mayoría e involución en algunos puntos de Morrowind. Bethesda pasó de empresa de segunda a una de las mejores de la industria, y abanderó está manera de hacer juegos en Fallout 3. Y precisamente en este título post-apocalíptico, es donde esta fórmula empezó a dar signos de cansancio. Era hora de la revolución.

Imagenes del E3 11

Una nueva región y muchas novedades jugable en Skyrim

Skyrim es esa revolución. Supone una ruptura con todo lo anterior, que toma como punto de partida pero que deja tan atrás que apenas es reconocible su base jugable. Toda esa libertad y ese mundo recreado con mimo evolucionan tanto que cuesta creer que Oblivion y esta nueva entrega sean de la misma generación, pero además se añade un ingrediente esencial en este potaje: esta deseada relación causa-efecto de la que hablábamos tendrá más presencia de la que nunca antes había tenido en un videojuego. De cumplirse lo prometido, y si lo visto en las demostraciones se extiende a todo el juego, deja a otros títulos como Fable a la altura del betún en este sentido.

Todo el universo de Skyrim tendrá vida más allá de la recreación digital. La inteligencia artificial y el sistema de decisiones se refuerzan y se unen para crear la Radiant Story, un sistema a través del cual cada acción tiene una consecuencia. Este concepto se ha repetido en miles de juegos hasta la saciedad sin un resultado satisfactorio, pero en esta ocasión se ha podido probar el título y ver hasta donde puede llegar el azar en este desarrollo. Skyrim pone en nuestras manos un complejo entramado de vidas humanas, de intereses políticos y de creencias religiosas o geográficas en el que nosotros podemos participar, variándolo a nuestro antojo.

Este entramado es el segundo plano de una historia que aún no se conoce en su totalidad. Sí que es cierto que se sitúa 200 años después del primer juego, en el que recordemos el longevo emperador Uriel Septim fallecía y teníamos que encontrar a su heredero. Esta situación provoca, tiempo después, una delicada relación entre las provincias y los pueblos de Tamriel. El resultado es desolador: una despiadada guerra civil en un lugar con ya de por sí demasiados enemigos naturales.

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