Análisis Bioshock Infinite - Panteón Marino Parte I

"Ni dioses, ni reyes. Sólo el Hombre."

Tras la salida de 'Infinite' no fueron pocos los usuarios que imaginaron poder volver a ella. Dicho y hecho. Sin revelar nada en relación al argumento de éste, si os diremos que el primero de los DLCs argumentales, 'Panteón Marino' está estrechamente relacionado con el juego publicado este mismo año; por lo que se recomienda de manera encarecida acceder a él habiendo terminado la aventura de Booker y Elizabeth en Columbia.

Tras estos breves consejos, Ken Levine y su equipo  nos ofrecen un título que tal como ya anunciaban es todo un regalo para los fans de la saga ambientada en Rapture; pero ahora con el incentivo de visitarla de la mano de una Elizabeth convertida en toda una femme fatale y una urbe que luce francamente bien gracias a las mejoras gráficas realizadas en el motor Unreal Engine.

'Panteón Marino' nos pone en situación de manera rápida. La trama no se disuelve de poco a poco como en 'Infinite'. Apenas hay presentación de personajes y la temprana aparición de la Elizabeth vendrá cogida de la mano de una petición que no tendremos tiempo para rechazar. Una vez más Booker deberá encontrar a una chica, Sally en este caso nombre que extrañamente le resulta familiar. Los primeros compases de la historia nos llevarán a visitar una Rapture que no tuvimos la ocasión de ver en el juego aparecido allá por 2007. Alejándose del lugar tétrico y decadente de 'Bioshock', ahora podremos comprobar de primera mano la alegría y viveza que destilan bares , tiendas o la implementación de plásmidos entre los habitantes antes de que el ADAM fuera catalogado como un mal mayor. El contexto también queda marcado por las habladurías de la gente donde no solo se harán alegorías a situaciones del primer título sino también a personajes tan importantes de la índole de Andrew Ryan o Fontaine, y quién ha sido desterrado junto a los que lo apoyaban. No queremos desvelar más sobre el argumento para que seáis vosotros mismos los que descubráis el contenido que os tiene preparado el DLC.

Volver a Rapture es sin duda uno de los incentivos del DLC

Centrándonos en sus dos protagonistas, como ya hemos dicho Elizabeth goza de un aspecto totalmente diferente a lo visto en 'Infinite'. La dulce, recatada e inocente chica ha quedado atrás. Sus facciones, ahora más duras, quedan aún más perfiladas debido a su aspecto de 'mujer de armas tomar'. Fumadora, atrevida y con unos ojos azules que reflejan mucha más frialdad pero que siguen igual de expresivos. Ella será la encargada de seguirnos en cada momento durante la aventura además de proporcionarnos ayuda en los momentos que así la necesitemos. Por el contrario la personalidad de Booker queda más definida desde un principio, gracias en parte a la  brevedad del DLC lo que hace que nos encontremos con un persona mucho más plano, pero no por ello ausente de carisma.

Desgraciadamente, y este es tal vez uno de los grandes inconvenientes de 'Panteón Marino, la duración no irá más allá de las 2 o 3 horas; siempre y cuando os paréis a escuchar gran parte de las conversaciones, indagar en cada habitación o encontrar los objetos a los que tendremos que acceder mediante la utilización de plásmidos y códigos de seguridad. Con un precio de 14.99 euros, no serán pocos los que se replanteen su compra hasta que baje de precio o bien decidan adquirir el 'Season Pass' por 19.99 euros y en el que se incluyen un pack de armas, 'Clash in the clouds' y el DLC que nos ocupa. ¿Merece la pena pues su adquisición? Si sois grandes fans de Rapture y por supuesto 'Infinite', por supuesto que no quedaréis descontentos con él, todo un tributo como decimos a la obra original; no obstante el resto de usuarios tal vez les sepa a poco, muy poco y no lo vean con tan buenos ojos basándose en la relación precio/duración.

¿Cómo olvidar la primera vez que uno ve Rapture?

Los jugadores que esperaban encontrar con 'Panteón Marino' un 'Bioshock 2.0', es decir la jugabilidad del primer título pero todo ello remozado gracias al motor de 'Infinite' no quedarán del todo contentos. Es más, nos atreveríamos a decir que en su control tanto de armas como de poderes Irrational Games ha llevado la última entrega de la franquicia a Rapture. Sí que es verdad que se incluyen elementos como que la munición escasea, cosa que para nada pasaba en el título ambientado en Columbia, pero la descompensación entre ciertas  armas y plásmidos hacen que podamos avanzar casi sin ningún miedo y metiéndonos de lleno en los combates.

Nos esperan curiosos personajes durante nuestre breve periplo por la ciudad

Los enemigos hacen mucho más daño, por lo que a la hora de involucrarnos en una batalla deberemos sopesar la munición así como el ADAM del que disponemos, al menos durante los primeros compases del DLC. Durante la promoción de 'Panteón Marino', Ken Levine hablaba de que se incorporarán elementos de supervivencia y que se traducen en la utilización del sigilo, elemento que pasó sin pena ni gloria en 'Infinite'. Su uso es bien sencillo, basta con agacharnos para intentar pasar desapercibidos entre los Splicers ¿Funciona? La respuesta es sí, y creednos cuando decimos que os ahorraréis unas cuantas balas, el problema viene cuando resulta demasiado fácil escabullirnos de los adversarios debido a la IA. Da igual que paséis a cinco metros de ellos, se crucen por delante vuestra, no se percatarán de vuestra presencia. Un punto que en cierta medida hace perder al producto de esa tensión natural debería tener. La Inteligencia Artificial también quedará acusada en los combates, algo que ya ocurría también en el título original. Enemigos kamikazes y donde algo tan sencillo como rodearlos para pillarlos por la espalda los dejará vendidos.