Análisis Bioshock Infinite - Panteón Marino Episodio 2

Bien ¿cómo analizar 'Panteón Marino Episodio 2' sin desvelar nada de su argumento y las sorpresas que nos depara? Es realmente complicado, porque este DLC que finaliza la historia de Booker y Elizabeth es una continuación directa que retoma las cosas donde 'Episodio 1' lo dejó. Como algunos de vosotros estaréis esperando a la salida de este último DLC para jugar los dos episodios seguidos (sabia decisión, por cierto), solo os contaremos que mientras que en el 'Episodio 1' controlábamos a Booker DeWitt -acompañado de Elizabeth- en una jóven ciudad submarina de Rapture, después de su aventura en Columbia, en este 'Episodio 2', lo haremos en el papel de la propia Elizabeth, que sigue en el mismo empeño que en el anterior episodio: salvar a Sally a toda costa, una Little Sister asustada de la que nuestra protagonista se siente responsable.

Elizabeth tiene su propia manera de hacer las cosas

Esta digna finalización de la historia de 'Bioshock Infinite' , o por lo menos de Elizabeth, nos plantea un desarrollo totalmente diferente por los recobecos de Rapture, ciudad a la que Booker y Elizabeth llegan después de su periplo por Columbia. El desarrollo da un giro de 180º por el hecho de que el personaje que controlamos, Elizabeth, tiene unas habilidades propias muy diferentes a las de Booker. Por ello, nos encontraremos una aventura mucho más centrada en el sigilo, con menos disparos -tendremos incluso menos munición- y con una exigencia mayor por parte del juego en cuanto al uso de nuestra inteligencia y paciencia. Elizabeth es por naturaleza mucho más débil que Booker, pero tiene en la manga muchos más ases que el fornido protagonista de 'Bioshock Infinite'. Tras toda una vida encerrada en una torre en Columbia, nuestra protagonista tiene una gran cantidad de conocimiento guardado en su cabeza, tanto científico como de muchas otras índoles; por lo que se le puede llamar "una mujer renacentista". 

Conoceremos el lado más oscuro de Elizabeth, ahora protagonista.

Recuperaremos habilidades ya vista en Elizabeth, como la apertura de cerraduras con ganzúas, que iremos encontrando por nuestro camino; algunas inevitables para nuestro avance, y otras que requerirán un gran número de ganzúas para poder ser abiertas y que guardarán valiosos ítems. Con las ganzúas, podremos desactivar también algunas torretas automáticas y llevarnos la munición que se encuentre dentro de ellas. Pero quizás la habilidad que más destaca de Elizabeth es coger a sus enemigos por sorpresa. En ocasiones, debido a la baja munición, no tendremos otra opción que andar agachados -una nueva opción que se ha incluido en este 'Panteón Marino Episodio 2' y aprovecharnos de elementos del escenario, como las moquetas, para no emitir sonido de nuestros pasos. Por esta misma regla, deberemos de tener cuidado con los suelos de madera y sobre todo, las estancias parcialmente inundadas de agua.

Cuidado con los Big Daddys

A la hora de enfrentar a los enemigos, nos encontramos con varios niveles relativamente abiertos con splicers patrullando la zona, e incluso algún que otro Big Daddy contra los que Elizabeth no podrá luchar directamente (acabarán con nosotros irremediablemente). En este momento es en el que prima la paciencia y la astucia; lo mejor es enfrentarlos uno a uno e ir mermando sus filas hasta el último de ellos. También será una opción recomendable avanzar sin ser vistos hasta la zona siguiente (pero de esta manera no podremos saquear los bolsillos de nuestros enemigos).

Para acabar con nuestros rivales, podremos acercarnos sigilosamente por la espalda y asestarles un golpe con nuestro gancho aéreo heredado de Booker -que prácticamente no utilizaremos dad la falta de aerocarriles-, que les dejará incoscientes o bien dispararles con la ballesta, quizás el elemento más novedoso del juego y el arma, con diferencia, que más hemos utilizado en el desarrollo de la aventura. Tendremos proyectiles anestesiantes, otros especiales para distraer a los splicers con un fuerte sonido y avanzar por el lado contrario a donde se encuentren, y por último, proyectiles con gas venenoso que dormirán a todos los enemigos alrededor del que reciba el impacto. El uso de la ballesta es muy importante si no queremos atraer a otros enemigos, ya que con la escopeta o el cañón de mano levantaremos todas las alarmas alrededor. 

La ballesta, combinada con el uso de plásmidos, nos ha dado muchas alegrías.

Profundizando un poco en el sistema de sigilo, comentar que ahora los enemigos tendrán varios niveles de alerta. Si oyen ruidos aparecerán una especie de "comillas" en su cabeza de color amarillo, que se tornarán en rojas si nos descubren. Si eso sucede, la tensión se elevará hasta niveles mucho más altos que en anteriores entregas, dada la debilidad de Elizabeth y la resistencia de algunos enemigos, que no caerán ni siquiera con la primera descarga de nuestra escopeta a quemarropa. Como en anteriores títulos de 'Bioshock', los enemigos se caracterizan por su velocidad y comportamiento ultra agresivo, llegando hasta nosotros para golpearnos en un instante y creando una gran tensión en el jugador, sobre todo en los momentos en los que Elizabeth tiene que recargar sus armas.