Dragon Age 2

Este mantra, tan respetado por la propia Bioware en sus últimos lanzamientos también será piedra de toque para la segunda entrega, aunque el juego en sí, visual y jugablemente poco se parezca al anterior. Instalados en el stand de EA tuvimos ocasión de probar de manos de los desarrolladores de Bioware este Dragon Age 2 y lo primero que nos dijeron es que el juego ha sufrido tres importantes cambios: gráficos, historia y jugabilidad.

Gráficamente los cambios saltan a la vista desde el primer momento, con un motor gráfico muy similar al usado en Mass Effect 2 podemos apreciar unos personajes muy detallados, especialmente en el modelado facial, aunque los escenarios parecen algo menos trabajados, bien es cierto que sólo tuvimos ocasión de probar una demo ingame en un terreno montañoso donde aparte de algunas rocas no había mucho más. Otro aspecto que llama la atención es la sangre, el juego volverá a contar con toneladas de líquido rojo y salpicará la piel y ropa de los personajes tras una batalla. Es algo que podéis apreciar en las imágenes y le da un toque realista demoledor.

Además nos muestran los primeros minutos de la demo en Xbox 360 y posteriormente en PC. Si en consola luce muy bien, notamos más fluidez y algo más de definición en la versión de compatibles. Además nos explican que para PC hay algunas novedades exclusivas, aparte de otro menú muy distinto para seleccionar entre personajes o los objetos, cuando paramos la acción podemos mover la cámara a lo largo del campo de batalla con total libertad (no sólo rotarla, también pivotarla) para, por ejemplo, planear una estrategia ante una emboscada (en el ejemplo venían criaturas de cuatro caminos distintos, si bien en uno de ellos sólo eran tres y antes de rodearnos ordenamos a nuestro equipo que atacase a ese pequeño grupo para tomar su posición).

La historia en este caso será más profunda, quizás no con tantas ramificaciones como en el anterior Dragon Age aunque sí tendrá un tono más épico, aunque por supuesto no contaron apenas nada. En cuanto a la jugabilidad nos sorprende comprobar que el sistema de combate es acción en tiempo real, si bien podemos parar la lucha y seleccionar la siguiente acción a realizar en una rueda de decisión similar a lo que hacíamos en Mass Effect. Cada personaje tiene unas habilidades y decidiremos cómo mejorarlas según nos interese a través de un menú donde no sólo aparecerá la típica mejora lineal, ni siquiera mejorar en forma de árbol tomando varios caminos, en este caso se presentan media docena de caminos por personaje con distintas ramificaciones.