Guía de lanzamiento de Xbox One

Reportaje

Te resumimos todo lo que necesitas saber antes de adquirir la nueva sobremesa de Microsoft: especificaciones, catálogo, características y futuro de la consola

18/11/2013 13:54
La nueva consola de sobremesa de Microsoft ya está a la vuelta de la esquina, y como siempre que se va a adquirir un aparato electrónico de importancia, los usuarios desean conocer todos los detalles de su nueva adquisición. Toda esa información puede suponer la diferencia entre hacerse con el aparato en sí o dejarlo para más adelante. En el presente artículo vamos a tratar de condensar toda aquella información que puede ayudar a hacerse una idea de lo que nos encontraremos el 22 de noviembre al desempaquetar nuestra flamante Xbox One.
Imagen asociada al video 24724

Bella por fuera y potente por dentro

Como cualquier aparato electrónico, o como cualquier compra en general, lo primero que apreciaremos es el acabado exterior de la consola. En el caso de Xbox One se apuesta por el color negro brillante que se aplicó a partir de la versión Elite de Xbox 360, un color mucho más elegante y llamativo que el blanco mate con el que salieron las primeras versiones de la consola. One cuenta en su parte superior derecha con unas grandes oberturas que facilitan su ventilación, y otras oberturas en los laterales. Microsoft ha aprendido de los problemas de refrigeración en su predecesora.

La consola es algo más grande que su sucesora, aunque no es tan alta como Xbox 360 en su posición horizontal. Las medidas de Xbox One son 33,3 centímetros de anchura (por 30,9 de 360), 27,4 centímetros de largo (360 tiene 25) y 7.9 centímetros de altura (su antecesora tiene 8,3 centímetros). Aunque muchos pensaban que por su diseño sería una consola pesada, los que han tenido acceso a la misma y han podido levantarla pueden asegurar que pesa menos de cuatro kilos en total. Microsoft no ha confirmado aún el peso exacto de la consola, pero parece ser más ligera de lo que se pensaba.

La parte trasera de la consola estará ocupada en su totalidad por las ranuras de salida y entrada de la consola. De izquierda a derecha, contará con una toma de corriente, salida y entrada de HDMI, una entrada S/PDIF, dos puertos USB 3.0, la entrada para el cable de Kinect, salida óptica y una entrada para el cable de red. Todas estas ranuras ocupan la parte inferior trasera de forma ordenada y sin llegar a ocupar de lado a lado de la consola. La entrada HDMI está preparada para soportar las 4K desde el lanzamiento.

Xbox One

Así es la parte posterior de la consola

Su diseño es muy rectangular, lo que dio a pensar que sería compatible con una posición vertical, algo que por ejemplo sí que puede hacer Xbox 360. Microsoft no ha negado que se pueda colocar en esa posición, pero aseguran que quien la coloque así lo haga "bajo su propia responsabilidad", y la postura oficial es que recomiendan horizontalidad para la consola. En general, el diseño de Xbox One es elegante, sigue la línea marcada por Xbox 360 Elite y lucirá perfectamente en nuestro comedor. Un diseño exquisito.

Pero no solo de diseño vive el jugón. Vamos a hablar sobre las especificaciones técnicas de la consola, que al fin y al cabo son las características que marcarán el aspecto final de los juegos. La consola contará con una RAM de 8 Gb DDR3, que junto con la CPU x86 de 8 núcleos personalizada por Microsoft y la tarjeta gráfica Radeon GCN de 13 núcleos y 768 shaders, serán las piezas claves encargadas de dar el mayor rendimiento posible al software ejecutado en la consola.

Xbox One contará con un disco duro no extraíble de 500 GB, y ofrecerá la opción de ampliarlo con dispositivos externos. Tendra un lector de Bluray, el formato estándar en la nueva generación, y eso servirá tanto para juegos como para películas. Su fuente de alimentación, cuya entrada ya hemos explicado que está situada en la parte posterior izquierda, será externa. Eso supondrá de nuevo que el cable será bastante grueso y ocupará bastante espacio, como ya ocurre en Xbox 360. La consola soportará un total de ocho mandos de forma simultánea, por lo cual las fiestas en casa están garantizadas.

Y ya que hablamos del mando, el de Xbox One también sigue la línea del controlador de Xbox 360, considerado por muchos como el mejor del mercado. La forma es parecida, aunque se ha mejorado la respuesta de los joysticks y resituado ligeramente los botones para llegar mejor. Los gatillos tendrán mejor recorrido, y el mando contará con cuatro motores de vibración independientes: dos situados en la parte inferior, en las palmas de las manos, y otros dos en la superior, justo donde estarán situados nuestros dedos. La versión básica de este mando, a pilas, costará 59 euros, mientras que la versión con batería costará 74 y se podrá adquirir una base recargable a 24 euros la unidad.

Xbox One

Kinect jugará un nuevo papel

El detector de movimiento Kinect ha jugado un papel importante en los últimos años de Xbox 360. Anunciado en el E3 de 2009, Microsoft le encargó a este periférico la ardua tarea de alargar la vida útil de la consola. Se lanzó a finales de 2010 y tuvo una recepción algo tibia: si bien sus ventas fueron superiores a la propuesta de Sony, el Move de PlayStation 3, no hubo un incremento significativo de las ventas de Xbox 360 a causa del nuevo periférico. El público lo notó, y lo dejó de comprar pronto. Los desarrolladores lo notaron más aún, y dejaron de apoyarlo con juegos exclusivos y buenas funcionalidades tras su primer año de vida.

Anterior
12 3 4
Siguiente1 de 4 páginas