Análisis Jane´s Advanced Strike Fighters

Jugabilidad

Tras una publicidad centrada en vender el título como un simulador nos encontramos ante un título 100% arcade. Los controles están simplificados al máximo. El gatillo derecho nos permite acelerar, con la palanca izquierda realizamos los giros y con la B disparamos. En los demás botones encontramos la ametralladora, las contramedidas y el sistema de apuntado automático de los misiles. Además cada avión puede contar con varios tipos de misiles, pudiendo alternar entre ellos usando los botones de la cruceta.

El juego nos invita a centrarnos únicamente en disparar y realizar piruetas para esquivar los misiles enemigos. Tras unos controles tan elementales empezamos a encontrarnos con todas las carencias jugables de JASF. Acertar a los objetivos depende casi en su totalidad de la elección del misil adecuado. Dicha elección y el sistema de puntería automático se encargarán del resto. Para realizar las evasiones, el juego nos proporciona el uso de las contramedidas o de los postquemadores (el clásico “poner aire de por medio”) pero el resultado es demasiado aleatorio, no terminando de tener nunca claro cuándo lanzar las contramedidas. Esta dinámica lo aleja de la experiencia arcade para terminar ofreciendo una jugabilidad excesivamente simple.

La variedad de las misiones no ayudan a mejorar la experiencia jugable. En el modo campaña haremos frente a 16 misiones, a lo largo de las cuales iremos retomando el control de Azbaristán. Las misiones abarcan batallas aire – aire, eliminación de objetivos terrestres, toma de datos sobrevolando instalaciones, eliminación de objetivos navales, defensa de aviones aliados, etc. En general los objetivos básicos de las misiones sacan partido a toda la gama de misiones que un juego de aviones puede ofrecer, pero volvemos a chocar contra una jugabilidad que lastra el resultado final. Una vez a los mandos del avión el juego resume toda su variedad a “eliminar un par de aviones, bombardear un objetivo terrestre, repetir”. En ensencia no hay diferencia entre eliminar una batería antiaérea o un barco. De hecho la jugabilidad tiene momentos “risibles”, permitiéndonos por ejemplo hundir un portaviones usando únicamente la ametralladora de nuestro avión.

El juego pone a nuestra disposición un elenco de aviones muy variados, diferenciando entre multifuncionales, cazas y bombarderos. Las características de los aviones se dividen en armas, blindaje, agilidad, furtividad y velocidad. Para completar la información nos mostrará el armamento con el que va cargado el avión así como el nº de misiles de cada tipo del que dispone. Hasta cierto punto el número de misiles que cargue será irrelevante, dado que estos se recargan automáticamente. Al principio de cada misión podremos elegir con qué avión queremos realizarla y dicha elección será fundamenta. Una elección de avión incorrecta convertirá algunas misiones en prácticamente imposibles. Para “facilitar” las cosas el juego nos recomienda un determinado tipo de avión para realizar la misión que se nos encomiende. Esta recomendación deberéis tomarla como tal, porque no pocas veces el juego recomienda un avión totalmente desaconsejado. Al final la elección de un avión u otro se verá reducido a aquel que posea el armamento más adecuado para la misión, ya que esto será lo que marque el éxito o fracaso en nuestra misión.

Conforme avanzan las misiones el juego mejora algo. Nuevos aviones (que se desbloquean tras cada misión completada), más rivales en pantalla y alguna misión más divertida hacen que el nivel suba algo, resultando en un juego algo más distraido. En todo caso no hay milagros y el juego en general no te anima a seguir agarrado al mando tras un par de misiones.

El multijugador propone batallas aéreas de hasta 16 aviones. El problema es encontrar gente con la que jugar. Los servidores están desiertos y las partidas con pocos aviones terminan siendo algo aburridas.