Análisis Kane & Lynch 2: Dog Days

El juego, más centrado en el personaje de Lynch, ha sido dotado de un aspecto artístico casero, donde parece en todo momento que una cámara de televisión sigue a nuestros personajes.
¿Ha conseguido este título mejorar a su predecesor? Comprobémoslo.

Historia

Empezamos hablando del que es, posiblemente, el mayor fallo de Kane & Lynch 2: Dog Days. Pero vayamos por partes.

En su primer juego, Dead Men, la acción estaba centrada en Kane. Era un hombre inteligente, un tipo que podía lidiar con una vida normal y corriente antes de que todo se estropeara y conociera a su actual compañero.

Sin embargo, en Dog Days, la historia estará muchísimo más centrada en Lynch, un paranoico esquizofrénico y auto medicado. El cambio es evidente, y esto influye en la historia, mucho más caótica.

Todo empieza tiempo después de “Dead Men”. Lynch vive ahora en Shanghái, enamorado de una joven asiática, y aunque sigue con sus chanchullos habituales parece estar más centrado. Es entonces cuando invita a Kane, su antiguo compañero, a realizar un último y bien pagado trabajo. Algo sencillo relacionado con el tráfico de armas. Kane, que necesita el dinero, acaba aceptando la proposición.

Así pues, Kane viaja hasta Shanghái y se reúne con Lynch. Ambos tienen que encontrarse con un hombre, hablar con él. Esperan un trabajo sencillo, nada que ellos no puedan llevar a cabo. Pero cuando tu vida es una desgracia, es difícil escapar de ella.
El encuentro no sale como esperaban y todo acaba con nuestros mercenarios persiguiendo por toda la ciudad a un hombre armado y a una mujer desnuda. Deliciosamente caótico.

A partir de este momento nada será lo que parece. Lo que se suponía un trabajo sencillo se convierte en una persecución constante donde Kane y Lynch se convierten en la presa, continuamente acosados por hombres armados. Una guerra en la que nuestros antihéroes se ven inmersos sin entender qué ha pasado. Pero deben seguir adelante con lo planeado y acabar el trabajo mientras esquivan las balas que silban cerca de ellos.

En cuanto a los personajes, parece que han empeorado desde su primer título. Su personalidad no está tan marcada, ni Lynch parece tan loco ni Kane tan cuerdo. A pesar de algunos diálogos muy buenos, se echa más en falta el desarrollo y el carácter que hace especial a este dúo.

El argumento del juego no es original ni una maravilla, y su final puede dejar cierto sabor amargo, pero para un juego de este estilo no hace falta pedir mucho más. Cumple y lo hace bastante bien, sin llegar a cansar en ningún momento. Sin embargo, aunque se agradece que el argumento no canse ni tenga demasiado peso en forma de cinemáticas de media hora, tal vez se podría haber alargado un poco más, pues el juego dura alrededor de cuatro horas y sin prisas. Actualmente, en un mercado en el que cada juego te cuesta alrededor de los 65€, cuatro horas no parecen suficiente, por muy llenas de acción que estén. Es este el motivo por el cual la mayoría de las personas dudarían en comprar el juego, puesto que puedes terminar el modo historia en una tarde.

Jugabilidad

La jugabilidad de Kane & Lynch 2: Dog Days es bastante buena en general, aunque hay momentos en los que puedes odiarla. Cabe decir que puedes elegir jugar en solitario, en cooperativo online o, sorprendentemente, cooperativo a pantalla dividida. Esto último es un lujo hoy en día, pues parece que o ningún desarrollador tiene hermanos o amigos con los que jugar, o es que no recuerdan que en las consolas se puede enchufar más de un mando.