No hay planes para Wii U

Wii U va mejorando su estado de salud, pero sigue sin ser apoyada por las third party

Este problema de apoyo third party a las consolas de sobremesa es algo que atormenta a Nintendo desde bastante tiempo atrás.  Fue básicamente en Nintendo Wii donde la compañía japonesa comenzó a perder apoyos de terceros, aunque en Gamecube ya se empezó a ver que las consolas de Nintendo ya no eran la piedra angular de los desarrollos multiplataforma como antaño. Fue en esta consola de sexta generación en la que comenzaron las ausencias de multiplataformas y los pocos proyectos de third parties en exclusiva. La situación se agravó claramente con Nintendo Wii, que sobrevivió gracias principalmente a los desarrollos de la propia Nintendo y de empresas cercanas.

En esos casos, parece ser que (a grandes rasgos) las causas fueron las bajas ventas de Gamecube  y la diferencia técnica de Wii con sus competidoras ¿Pero qué pasa con Wii U? La última sobremesa de Nintendo ha heredado esta falta de sus antecesoras, a pesar de tener una potencia técnica que se acerca mucho a la de sus coetáneos y unas ventas que aún no se alejan del resto de consolas. La primera excusa que ha surgido es que es difícil programar para ella. No es que el ser una fuente anónima le quite ya credibilidad, ni que varios desarrolladores con nombre y apellidos digan lo contrario. Es la misma naturaleza de la declaración: no lo hago porque no puedo. Porque no sé hacerlo. ¿Se imaginan un director de cine diciendo que no filma en 3D porque es muy difícil? Hablaría peor de sí mismo y de su capacidad que del formato en general.

Esa excusa casi la descartamos, por pobre y poco profesional. Nos queda otra, con más realidad de por medio: los juegos third party no venden igual en las consolas de Nintendo que en otras. Un hecho demostrable mediante cifras, e incluso en igualdad de condiciones con sus compañeras de generación. Casos como el  de 'Assassin's Creed IV' lo demuestran. Parece ser que el mercado de Nintendo tiene sus peculiaridades,  y sus usuarios muy especiales,  con unos gustos que no necesariamente deben ser los de la mayoría. Ni mejores ni peores; únicamente esperan unos productos concretos, y por ello apuestan por Nintendo.

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En ese panorama,  no todos los proyectos tienen cabida; no todos serán exitosos en Wii U. Aunque muchos usuarios reclaman juegos multiplataformas en esta consola, no muchos los compran después. Quizás es que la mayoría no está interesada en ellos, aunque sí que quieren ver apoyo third party como reflejo del éxito de la consola por la que apuestan. El caso es que esta particularidad, o esta debilidad, supone, a su vez, un filtro: quien cree que su juego no puede calar en el mercado nintendero, ya ni siquiera trabaja en una versión para la consola. Y eso supone, aunque no lo creamos, en juego más pensados para la plataforma, no simples ports. No tiene porqué ser siempre así, pero serán más los casos de este tipo.

Son mayoría los que tienen una consola de Nintendo junto a un PC o a alguna consola de Sony y Microsoft. Ya casi se da por hecho que Nintendo Wii U no va a tener apoyo third party, al menos a pleno rendimiento. ¿Para qué agobiarnos? Los usuarios de Wii U tenemos que esperar los grandes juegos que saldrán en ella de forma exclusiva, con la fórmula que a nosotros nos gusta. La batalla de los multiplataformas está casi perdida, pero no desde ahora, sino desde hace ya prácticamente dos generaciones. No hay motivo para decepcionarse por ello; al comprar la consola, ya sabíamos que esto podía pasar. Lo que nos empuje a disfrutar de esta sobremesa tienen que ser otros motivos.

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A pesar de su comienzo dubitativo, Nintendo Wii U ha alcanzado unas ventas que permiten asegurar, como mínimo, su supervivencia en el mercado. Algo es algo. Los amantes del "Made in Nintendo" y sus proyectos cercanos no deben preocuparse por ello. Los desarrollos internos de la compañía y de sus desarrolladoras first-party no ha decaído en calidad, lo que nos hace pensar que en Wii U vamos a tener, a medio y largo plazo, exactamente lo que queremos. Para complementar, qué mejor que un PC, una Xbox One o una PlayStation 4.

El caso es que cada vez es más habitual escuchar la frase "no hay planes para Wii U" en el anuncio de un nuevo título multiplataforma. No queda otra que resignarse. La consola cada vez entra menos en los planes de las third party, por dinero, por carga de trabajo o por poca confianza en la plataforma. Si el comprador de una Wii U tiene claro esto, pero también claro lo que va a recibir de forma exclusiva, es posible disfrutar de la consola sin el tan demandado apoyo de terceros. No hace falta, la verdad, e incluso a veces se pide más por inercia que por convicción.

Nintendo podría hacer más por buscar ese apoyo de compañías externas, eso está claro. Pero no depende de los usuarios, por muy mal que suene. No deberíamos gastar fuerzas en exigir algo que depende de tantísimos factores más allá del emocional. Las fuerzas deberían dirigirse a asegurar que la esencia de Nintendo, que sus sagas más preciadas y sus apoyos más importantes, no se pierdan jamás. Ese es el verdadero valor de Wii U. Pedir cualquier otra cosa es pedir, en realidad, lo que Nintendo no ofrece en realidad. Los problemas de Wii U en particular y Nintendo en general son otros, y con los third no se iban a solventar.

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