Análisis Puppeteer

(Ps3)

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¡Bienvenidos al teatro de lo fantástico!

Japan Studio despide la generación por todo lo alto, con un vistoso espectáculo de marionetas en el que belleza y diversión van de la mano

Plataforma analizada: PS3
01/10/2013 00:05
¡Vengan, pasen todos! ¡El espectáculo de las marionetas está a punto de comenzar! Una aventura de proporciones épicas en la que un pobre chico se alzará con el inconmensurable poder de Calibrus, las tijeras legendarias, para así poder plantar cara al malvado Rey Oso Luna y liberar al reino de la tiranía de sus sucias garras. ¡Tomen asiento y diviértanse!
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Japan Studio, uno de los equipos de desarrollo más valiosos de entre los que integran las filas internas de Sony Computer Entertainment, vuelve una vez más a las andadas. Con la originalidad siempre por bandera, los creadores de joyas de la talla de 'Ape Escape', 'Patapon' o 'Gravity Rush' darán pronto el salto a PlayStation 4 con 'Knack', pero antes de que eso suceda han tenido tiempo de despedir a la actual sobremesa con su última pequeña gran obra.

Una función de clausura cargada de magia y encanto, apta para todos los públicos y rubricada con un estilo visual que recuerda inevitablemente al de los trabajos de Media Molecule. Que se alce pues el telón y comience el espectáculo. Damas y caballeros, sean muy bienvenidos al teatro de lo extraño y lo fantástico. El teatro mágico de 'Puppeteer'.

El héroe decapitado

Las luces se apagan, el público contiene el aliento expectante y el telón inicia su pesado ascenso. La potente voz del narrador invade la escena, mientras los decorados empiezan a cobrar vida propia. La función ha comenzado.

La historia de 'Puppeteer' nos traslada al lejano y misterioso Reino de la Luna, antaño un lugar apacible y cargado de magia gobernado por la Reina Luna. Ahora, en cambio, las cosas son muy distintas. El malvado Rey Oso Luna ascendió al poder con garra de hierro tiempo atrás gracias al místico poder de los cristales lunares, para posteriormente repartir sus fragmentos entre sus doce feroces generales. La oscuridad inunda ahora el Reino de la Luna, que ve como sus habitantes viven oprimidos bajo el yugo del terrible villano.

Puppeteer

Pero, por si fuera poco, las desgracias van más allá. Los niños de la Tierra se hallan también en constante peligro, pues las ansias de poder del Rey Oso Luna no entienden de fronteras interplanetarias. Cada noche de luna llena, el peludo tirano hace suyas las almas de un puñado de niños, para que sus inanimados cuerpos sirvan como marionetas guardianas de su oscuro castillo. Un destino atroz compartido ahora por el pobre Kutaro, quien para mayor desgracia ha sido desprovisto de su cabeza por el mismísimo rey antes de ser arrojado a las mazmorras, ya convertido en un vulgar títere.

Sin embargo, Kutaro no es como los demás niños, sino que es el elegido. ¿Cómo iba a ser acaso el protagonista de esta historia si no fuera así? Guiado por un gato volador llamado YingYang y por los consejos de una bruja de sospechosas intenciones, Kutaro no se resigna a su fatídico destino y se interna en el castillo hasta lograr hacerse con Calibrus, las fabulosas tijeras legendarias que tan celosamente guardaba el Rey Oso Luna, despertando así su aletargado poder. El futuro del Reino de la Luna queda ahora en sus manos, pues con tan imponente arma podría ser capaz de plantar cara a los doce generales, recuperar los cristales lunares e incluso quién sabe si derrocar al infame rey. ¡Menudo giro de los acontecimientos!

¡Rodarán cabezas!

Tras tan brillante introducción comienza el fabuloso viaje de Kutaro a través del Reino de la Luna. Un periplo que toma la forma de un clásico juego de plataformas de avance lateral, de esquema clásico y sencillo pero dotado a la vez de una personalidad muy propia. Haciendo gala de su teatralidad, el juego se divide en un total de siete actos distintos con ambientaciones muy variadas, cada uno de los cuales cuenta a su vez con tres fases aquí conocidas como escenas.

Puppeteer

La esencia jugable es sobradamente conocida y no será otra que la de hacer gala de nuestra habilidad con los saltos a la vez que recogemos brillantes chispas de Luna, que hacen aquí las veces de objeto recolectable. Como podréis adivinar, recoger 100 chispas nos reportará una vida extra, mientras que a la vez deberemos también hacer frente mediante tijeretazos a hordas de malvados enemigos, en su mayoría niños desalmados y convertidos en horrendos gorgojos por el Rey Oso Luna.

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Lo mejor

Diversión plataformera para todos los públicos

Montones de enemigos finales con los que batallar

Los apartados artísticos y visuales, sencillamente gloriosos

Genial banda sonora y excelente doblaje

Derrocha personalidad y mimo por los cuatro costados

Lo peor

El diseño de niveles, por lo general demasiado simple

El nivel global de dificultad es bastante asequible

La mecánica de cambio de cabeza podría haberse explotado mejor

Algunas escenas se hacen demasiado largas

¿Cómo analizamos?