Análisis ScreamRide

La humanidad necesita diversión de la buena

Frontier Developments, estudio británico de larga tradición en el desarrollo de videojuegos, se encuentra de gran actualidad estos últimos meses gracias a dos lanzamientos pertenecientes a mundos totalmente separados. Por un lado, rozando el final de año recibimos el esperado simulador de combate y comercio espacial 'Elite: Dangerous', y ahora en este mes de marzo nos llega un título mucho más ligado al nicho de la creación y la creatividad de las comunidades de jugadores: 'ScreamRide'. Lo nuevo de Frontier llega en exclusiva para Xbox One y Xbox 360 -aunque la versión que hemos podido analizar es la de nueva generación- y lo hace como heredero de una amplia experiencia del estudio británico en el género de la creación de parques temáticos como responsables de la saga 'Railroad Tycoon'.

'ScreamRide' nos propone una interesante mezcla de géneros que van más allá de la propia creación de montañas rusas gracias a que debemos ser parte activa de su desarrollo probándolas y ajustándolas, para llevarlas hasta los límites de aguante del ser humano (sin dejar de lado tener que "despejar" algunas localizaciones para construir nuevos parques temáticos). Crearemos, pilotaremos y destruiremos como parte del equipo de desarrollo de atracciones de la compañía ScreamWorks International Research Facility, que se ha puesto como objetivo entretener a una futurista población que vive sumida en el aburrimiento. Ahí es donde entramos nosotros; bien sea como ingenieros, pilotos o expertos en demolición tendremos que llevar lejos nuestros límites para darle a nuestros clientes experiencias extremas que nunca olviden.

Crea, pilota o destruye

El nuevo exclusivo para consolas Xbox nos ofrece dos propuestas muy diferenciadas; por un lado adentrarnos en un modo Carrera en el que se entremezclan las tres comentadas disciplinas de creación, pilotaje y destrucción y por otro lado un modo Sandbox en el que dar rienda suelta a nuestra creatividad. Sin duda este último el modo estrella y responsable de alargar la vida útil del juego todo lo posible. Pero el mencionado modo Carrera no ha sido incluido por casualidad, sino que supone una buena forma de iniciar nuestra experiencia en 'ScreamRide' desde abajo, conociendo poco a poco sus posibilidades y desbloqueando contenido más y más complejo, para más tarde entrar de lleno en la creación, donde podremos crear niveles que compartir con todo el mundo.

El modo Carrera se subdivide en tres disciplinas, no demasiado bien conectadas entre sí, que protagonizarán hasta 4 niveles en cada una de las 6 series o "regiones" en los que está divivido el mapa del mundo de 'ScreamRide'. Para desbloquear cada serie, tendremos que cumplir los objetivos marcados en los niveles de cada disciplina, aunque lo bueno es que podemos dedicarnos simplemente a pilotar, por ejemplo, e ir avanzando a cada nueva zona sin tener que preocuparnos en las otras disciplinas. Dentro de cada serie o región encontramos 4 niveles diferentes de las tres disciplinas Screamrider, Experto en demolición e Ingeniero. La curva de dificultad que encontraremos en Carrera es bastante benevolente, dándonos mucho margen para comprender de qué va la propuesta; sin embargo los tutoriales son excesivos y muy repetitivos (aunque podremos pasarlos por alto), insistiendo frecuentemente en recordarnos mecánicas que ya deberíamos conocer a la perfección.

Como screamriders nuestro objetivo será testear todas las montañas rusas que se nos pongan por delante, superando como mínimo la puntuación que encontremos como requisito, desbloqueando de esta forma el siguiente nivel. El juego nos irá introduciendo poco a poco las diferentes mecánicas de un screamrider, poniéndonoslo cada vez más difícil con nuevos obstáculos.

Para lograr las mejores puntuaciones tendremos que aprender a usar el turbo de nuestra vagoneta, que recargaremos pasando por unos tramos azules y pulsando el botón X en el momento adecuado; pero también tendremos que aprender a pasar a la mayor velocidad por las curvas sin descarrilar (si logramos pasar a dos ruedas, se nos premiará). Por otro lado, tendremos que enfrentarnos a saltos de pura adrenalina y evitar algunos obstáculos en forma de frenos poniéndonos a dos ruedas. Nuestra puntuación dependerá del bonus de habilidad que consigamos sumado al bonus de tiempo que conseguiremos haciendo el recorrido en el menor tiempo posible. En ocasiones encontraremos montañas rusas sin terminar en las que podremos aprovechar para saltar de la vía al final de recorrido con el turbo y así acabar destrozando el escenario (con extra de puntuación).

El problema de la disciplina Screamrider es que las mecánicas pueden llegar a hacérsenos muy repetitivas a la larga, debido a los pocos elementos que entran en juego (turbo, obstáculos, saltos y poco más). Pese a que añade un componente de acción y reflejos, no es lo suficientemente variado y depende mucho de lo vertiginoso o inspirado que sea cada trazadom por lo que más pronto que tarde es probable que lo dejemos de lado para concentrarnos en el grueso del juego, la creación. De todas formas, se agradece poder probar todas nuestras creaciones y las de los demás con cierta ración de acción y reflejos, aunque como modo por sí mismo peque de poco profundo.  

Si ya no vale, borrón y cuenta nueva

La disciplina de experto en demoliciones nos propone destruir escenarios llenos de edificaciones que ya no son útiles para nuestra compañía, para así utilizar el espacio para construir nuevas experiencias. Para ello nos encontraremos en medio de niveles de cierto enfoque 'Angry Birds' en 3D en los que tendremos que lanzar diferentes tipos de cápsulas en una especie de lanzaderas futuristas contra el entorno. Podremos ajustar la potencia de centrifugado del brazo de nuestra lanzadera y ajustar el ángulo de lanzamiento con el objetivo de hacer el mayor daño posible. Tendremos que estudiar detenidamente los puntos más débiles de cada edificación para calcular los mejores lanzamientos posibles, y elegir en cada momento la cápsula adecuada (no tendremos demasiados lanzamientos) para hacer el mayor daño posible. Tendremos cápsulas que podrá ser redirigidas ligeramente en vuelo, otras explosivas y algunas más; todas ellas con usos especiales. El objetivo de cada sesión de demolición es lograr la mayor puntuación posible, siendo el reto cada vez más complicado y con entornos más elaborados.