Análisis The Legend of the Mystical Ninja

La leyenda del ninja místico

Posiblemente os suene el título de este juego, o de la saga Goemon, aunque si no os suena no os tiene que sorprender. Se trata de una licencia importantísima para Konami, aunque ciertamente ha conseguido más calado en territorio nipón, mientras que su presencia en occidente ha sido más bien testimonial. Y es que a pesar de ser un juego muy clásico que aúna acción y plataformas en dos dimensiones, su fuerte influencia del folklore japonés ha limitado su propularidad en nuestro continente, y ha quedado como una licencia bastante exclusiva de fans.

Como la mayoría de juegos de acción en scroll horizontal de la época, 'The Legend of the Mystical Ninja' tiene una historia más bien testimonial. Kid Ying y el Doctor Yang (versiones occidentales de Goemon y Ebisumaru) se encuentran en casa del primero, y tienen una conversación sobre un misterioso fantasma que atormenta a su pueblo, Oedo. Aunque Kid Ying no tiene demasiado interés por moverse de su casa, acaba por salir al rescate de sus compatriotas. Y es que las calles de Oedo también tienen su peligro, pues nada más pisarlas, todo el mundo querrá hacernos daño sin motivo aparente.

Tras estos primeros compases del juego, en los que descubriremos lo que nos depara esta curiosa aventura, conoceremos a un gato ninja que nos desvelará la trama principal. La princesa Yuki, hija del soberano de esas tierras, ha sido secuestrada por el Ejército Otafu, un grupo de enmascarados con intenciones aviesas. Los dos héroes tendrán que viajar por distintas regiones, haciendo frente a distintos enemigos, a niveles intrincados con saltos complicados y a jefes finales muy difíciles de derrotar, hasta dar con el origen de este problema y rescatar a la princesa.

El llamativo juego de acción y plataformas llega a Wii U como ya hizo en Wii

Desde luego, no es que la historia fuera como para lanzar cohetes ni en la época ni actualmente, pero no es un género que pida mucho más de ello. El caso es que este es el típico caso de juego en el que avanzaremos en la aventura más por determinación personal que por conocer la trama, pues las cosas se irán complicando cada vez más, y más nos vale hacernos bien con la mecánica del juego rápido si no queremos morder el polvo rápido. La vida de Yuki nos va a dar más bien igual; nuestro objetivo será derrotar con soltura todo lo que se nos ponga por delante.

Lo que no se le puede negar a este 'The Legend of the Mystical Ninja' es tener una personalidad importante; no en vano ha sido una de las mascotas históricas de Konami en Japón. Tiene simpatía, tiene dosis de humor, tiene personajes adorables y tiene folklore. No es casual que tenga la fama que tiene, a pesar de tener un trasfondo realmente tan flojo. Es, en realidad, la falta de muchos juegos de años atrás, y no por ello dejan de ser obras maestras. Tomar los mandos de Goemon/Kid Ying es una experiencia satisfactoria aunque no sepamos de motivaciones ni objetivos. ¿Para qué?

Control sencillo, desarrollo no tan simple

Otra cosa que no nos debería sorprender de un título de hace 20 años es el control, sencillo y asequible. Con un par de botones podremos saltar y atacar, con el joystick o la cruceta nos movemos y contamos con un menú de pausa y un inventario. Sencillo, como decíamos, porque no requiere mucho más. Los ataques se realizan con un único botón, y únicamente cambia el arma utilizada si conseguimos unos gatitos que sueltan algunos enemigos. La diferente es, únicamente, la longitud del ataque, ya que algunas armas tienen más alcance que otras.

La mayoría del desarrollo se basa en avanzar y golpear

A esto se le une las distintas llaves de judo que podemos aprender, con distintos niveles y animaciones, que podremos utilizar contra todos los enemigos excepto a los jefes finales, y también las armas arrojadizas como bombas o incluso monedas, con el consiguiente gasto. La unión de todos los movimientos será necesaria para vencer a muchos enemigos del juego, aunque la mayoría del desarrollo se basa en avanzar y golpear, incluso eludiendo esta segunda parte si somos capaces de evitar a los enemigos correctamente. Puede parecer a veces excesivamente simple su desarrollo.

Un desarrollo que, además, puede ser también complicado de entender para algunos jugadores. En cada nivel, visitaremos en primer lugar un pueblo, con sus casas, sus tiendas y sus gimnasios. Será ese el momento de explorar, comprar comida y armas, así como de aprender las distintas llaves de judo. Pero mientras nos movemos por ese pueblo, tendremos que luchar contra los personajes que lo habitan. Todos los transeúntes nos pueden dañar si nos tocan, y a todos los tendremos que eliminar a golpes. Excepto a las amables gheishas que aparecen de tanto en tanto, eso sí.