Análisis The Witcher 3: Wild Hunt

Un antes y un después

Tras varios (para muchos interminables) años de desarrollo, los polacos de CD Projeckt RED están a punto de lanzar al mercado su obra más ambiciosa hasta la fecha, 'The Witcher 3: Wild Hunt', tercera entrega de una saga que poco a poco ha ido labrando su leyenda en la última década en los videojuegos. Hace casi 10 años desde el lanzamiento de 'The Witcher' al mercado, exclusivamente en PC y que no muchos disfrutaron; en 2011 el estudio dio un paso de gigante llevando las aventuras de Geralt de Rivia mucho más allá, con una aventura de rol sobresaliente que dio el salto por primera vez a consola. 'The Witcher 2: Assassins of Kings' popularizó enormemente las aventuras del brujo entre la comunidad de jugadores, asentando en el mundo de los videojuegos la franquicia y convirtiéndola en toda una referencia en el rol occidental. Pese a la gran popularidad de los libros de Geralt de Rivia, obra del polaco Andrzej Sapkowski, en Europa del Este, sin duda los videojuegos han ayudado enormemente a llevar este mundo de fantasía medieval a muchos otros rincones del mundo, y estamos convencidos de que esta tercera parte va a dar el golpe definitivo.

Si 'The Witcher' fue la presentación y 'Assassins of Kings' la consagración, 'Wild Hunt' es sin duda el asalto definitivo al olimpo de los videojuegos. Pero, ¿cuáles son los argumentos de CD Projekt RED en esta ocasión? Un vasto mundo abierto y lleno de vida (pero sobre todo, creíble), una narrativa llena de ritmo y personajes inolvidables, gran variedad de misiones, un combate muy satisfactorio y un apartado técnico que conseguirá atraer a muchos jugadores reacios a la nueva generación. Un millón de reservas antes de su lanzamiento demuestran la gran expectación de la comunidad de jugadores ante las nuevas aventuras de Geralt en Temeria y la gran confianza que existe alrededor del estudio polaco, que viene demostrando desde hace varios años que de verdad tiene como prioridad satisfacer al jugador, demostrando una notable capacidad de empatía (¿no son acaso los desarrolladores consumidores de videojuegos?). En nuestra opinión el resultado, tras haber podido profundizar muchas horas en el juego, es que 'The Witcher III: Wild Hunt' no engaña con su propuesta; si bien no está carente de algún que otro fallo de rendimiento menor, el título de los polacos está sorprendentemente libre de bugs para tratarse de un desarrollo tan mastodóntico. Nos alegra enormemente que el juego ponga el listón de perfección tan alto en los videojuegos, sobre todo tras unos últimos años algo negros en cuanto a errores y fallos de los que ha venido cargada la nueva generación de consolas.

Contenido de calidad a raudales

'The Witcher III' alberga una gran cantidad de contenido de calidad y variado en su interior que nos proporcionará muchas decenas de horas de diversión e inmersión, independientemente del tipo de jugador que seamos o lo que vayamos buscando en un juego de rol como este. Uno de los grandes valores de lo nuevo de CD Projekt es cómo se adapta a lo que cualquiera espera de él; al mismo tiempo podemos vivir una experiencia de rol profunda y con miles de cosas por hacer, con decisiones que tomar y actos que acarrean consecuencias en el mundo, pero también una épica y cinematográfica aventura llena de personajes carismáticos y combates donde el ritmo narrativo nunca se toma un respiro.

Y es que la historia contada por los polacos en 'The Witcher III' es una de las más atractivas que hemos tenido el placer de experimentar últimamente, por su inteligente narrativa y por su enorme magnitud. Geralt tiene un papel fundamental como protagonista, pero el mundo no gira en torno a él, habiendo mucho espacio para disfrutar de otros personajes secundarios (y no tan secundarios). Toda la trama gira a una peligrosa y casi imposible misión para cualquiera salvo para un brujo con grandes habilidades de rastreador y cazador como Geralt de Rivia, el lobo gris. Somos llamados por el emperador de Nilfgaard, una potencia en pleno proceso de expansión por los Reinos del Norte, que tiene Temeria ocupada, dejando atrás los tiempos de reinado de Foltest que pudimos vivir en anteriores entregas. En plena guerra total por las tierras del norte, una guerra aún más importante se libra en secreto, donde es el destino del mundo el que está en juego, amenazado por la Cacería salvaje.

Ciri, todo un látigo para la narrativa

Este ancestral grupo de espectros, cuya aparición según las profecías traerá el fin del mundo, está poniendo todos sus recursos en capturar a una vieja conocida de Geralt, Ciri. Se trata de una bruja con poderes únicos y extraordinarios en cuyas venas corre una sangre muy especial, un bien preciado detrás del que está la mencionada Cacería salvaje. Ciri es hija del emperador de Nilfgaard y protegida de Geralt, que la instruyó como bruja, enseñándola a despertar su tremendo potencial, por lo que ambos brujos están unidos por un fuerte vínculo. El problema con Ciri es que se encuentra en paradero desconocido y ante el peligro para el mundo de que la cacería la encuentre, es vital dar con ella antes, por lo que Geralt tendrá que poner todos sus sentidos para comenzar su búsqueda más importante y difícil hasta la fecha. 

Este es el punto de partida de 'The Witcher III', una búsqueda a nivel global que nos llevará a una gran variedad de localizaciones en el mundo, como la ciudad capital inicial de Wyzima, residencia actual del emperador; la fascinante y gigantesca ciudad de Novigrado; las ruinosas y salvajes tierras de Velen o las indómitas y frías islas de Skellige, entre otras. La trama nos sitúa siempre tras los pasos de Ciri, que emprende por su cuenta un viaje paralelo al de Geralt, que por más que se esfuerza, solo logra recabar algunas escasas pistas que a duras penas le sirven para seguir el rastro por el mundo. La narrativa está diseñada de forma muy inteligente, proponiéndonos controlar los pasos de Geralt hasta que cada tiempo logremos recabar la suficiente información sobre los pasos de Ciri. En este momento, se nos relatarán situaciones concretas de las aventuras de la jóven bruja Ciri, permitiéndonos vivirlas a modo de flashback en primera persona controlándola. Serán niveles mucho más dirigidos jugablemente que la experiencia de mundo abierto total junto a Geralt, con más acción y épica en general, sirviendo de látigo narrativo para hacer abrir los ojos de par en par al jugador cuando menos se lo espera.

Una gran aventura llena de ramificaciones

La trama global consigue atraparnos aunque avanzar en ella sea algo en lo que hay de verdad que tener mucha paciencia para ver resultados. Geralt tendrá que involucrarse en mil y una aventuras en cada zona que visite para conseguir rascar algo de información que vuelva a situar en la pista correcta sobre Ciri y hacerlo traerá sus recompensas. Lo mejor que podermos hacer es no tener ninguna prisa con 'The Witcher III', siendo pacientes y disfrutando de cada paraje, cada conversación, cada decisión, cada combate a espada o cada cabalgada con Sardinilla (el caballo de Geralt). Cuando menos nos esperemos veremos como nuestro esfuerzo como brujos da su fruto y nos acerca más a nuestro fin último, que aunque frecuentemente se nos pase por alto en el desarrollo, es dar con Ciri.

Para conseguir engancharnos narrativamente, CD Projekt opta por liberar información crucial en los momentos adecuados, sin mantenernos inmersos en misiones interminables o aburridas, siempre aportando al desarrollo un ritmo ágil y ajustado como un reloj suizo. Podría caerse en el error de distraer demasiado al jugador con subtramas importantes que alejen nuestra atención sobre la trama principal; para que esto no suceda se ha optado por introducir recordatorios narrados siempre que carguemos partida o cambiemos de zona principal, algo de agradecer y que consigue mantenernos conectados con lo que se está contando.

Respecto al trasfondo de la trama que nos vamos a encontrar, es bastante recurrente sacar a la luz un peso pesado reciente como es 'Dragon Age Inquisition', que tanto difrutamos hace unos meses. En el caso del título de Bioware, recordaréis que se nos presentaba una trama con tintes políticos y estratégicos muy presentes durante todo el desarrollo, y más importante, el papel protagonista del jugador como centro del mundo, siendo como inquisidor la inspiración, salvación y regidor de medio mundo.

¿A qué viene la propuesta de 'Dragon Age Inquisition'? Nos sirve como ejemplo para explicar y situar el enfoque de 'Wild Hunt', que rehúye todo cliché y convencionalismo dentro de la fantasía medieval para mostrarnos un mundo más vil, salvaje y humano, con personajes complejos y sobre todo con un protagonista, Geralt de Rivia, que se siente mucho más cómodo llevando una vida sencilla de mercenario, lejos de los focos de la gloria y el poder, e incluso siendo a veces el objeto de alguna que otra broma. CD Projekt, por el contrario ha querido que sea Ciri la poseedora de los poderes extraordinarios y actor clave en el destino del mundo. La Cacería salvaje la busca a toda costa; Geralt no es más que un estorbo.