Análisis Thief

Al cobijo de la sombra

El título de Eidos Montréal nos sumerge en una historia adulta y donde la tensión que vive 'La Ciudad' se puede cortar con la facilidad que un cuchillo abre la mantequilla. El trasfondo sitúa al jugador en una urbe oscura, implacable y que en muchos de los casos llega a ser siniestra. El Barón es la persona tras ella y que en su afán de llevarla hacia el progreso industrial, poco o nada le importará quién se interponga ante su camino. Su máxima obsesión será buscar todo aquello que pueda acelerar el proceso de evolución en su ciudad y cuyo sistema tiránico diezma a los habitantes. Ellos son la otra cara de la moneda y donde sobrevivir un día más se convierte en casi un milagro. Una plaga campa a sus anchas por La Ciudad, denominada por los habitantes como 'La Tenebra', no serán pocos los que han sucumbido a los brazos de la muerte y  a los que también hay que sumar otros factores como el hambre. Orion, catalogado por muchos como la voz del pueblo, será el encargado de liderar la revolución que desde lo más bajo de la sociedad se vislumbra en el horizonte como la última esperanza para miles de ciudadanos.

Bajo este telón de fondo entra en acción Garret, personaje al que ya conocíamos de anteriores entregas de la franquicia. Huérfano desde pequeño, la calle ha sido su única escuela y en la que el robo se ha convertido en algo más habitual de la cuenta, forjando la personalidad que veremos en el título. Una noche como otra cualquiera, Garret sale a cumplir con algunos de los encargos que se le asignan. En su periplo ya habitual por los tejados se cruza con Erin, una joven ladrona de fuerte carácter y que siempre buscará la forma de sorprender al protagonista. Durante las carreras por los tejados,  su afán de curiosidad los lleva a un lugar que desearían no haber visto jamás. Un misterioso ritual se está llevando a cabo, la disputa que tanto Garret y Erin mantienen en el tejado concluye en un trágico final. Con Erin desaparecida tras caer al vacío y buscado por la guardia de la ciudad, Garret recibe en su acogedora Torre del Reloj un mensaje, el inicio de un viaje en el que él será un mero peón para cumplir ciertos fines que lo pondrán en el ojo del huracán de las más altas esferas de La Ciudad.

Garret no dudará en utilizar todas sus habilidades para agasajarse de lo ajeno

Llegados a este punto, poco tardaremos en involucrarnos directamente con la historia y por supuesto con el personaje. Un Garret que poco o nada tiene que ver con Corvo de 'Dishonored'. Nuestro ladrón no dudará en hacer cínicos comentarios en cada una de las localizaciones en las que nos encontremos; personalidad que también veremos reflejadas en las breves cinemáticas que se suceden a lo largo del título y que acentúan aún más ese fuerte carácter arraigado con motivo de la crudeza que supone criarse en soledad en las calles. Además, los numerosos documentos en forma de periódicos o archivos serán otro de los elementos que potencian esa facilidad de meternos aún más en La Ciudad y en los que conoceremos trasfondos únicos de las diferentes zonas de la urbe así como los personajes.  La historia poco a poco se convertirá en una espiral que llevará a Garret a emprender un viaje que empezó por negocios y se ha convertido en algo personal.

Una experiencia no apta para todos

A pesar de que 'Dishonored' haya sido una influencia para 'Thief', tal y como revelaban sus propios desarrolladores, el nuevo capítulo de la saga conserva elementos que lo siguen definiendo como una de las experiencias de infiltración más exigentes pero al mismo tiempo gratificantes que podemos encontrar en la actualidad. Cada metro que consigamos avanzar, ya sea en la oscuridad de las calles o la penumbra de interiores, será una batalla ganada. Es por ello que nos gustaría recalcar que estamos ante un título no apto para todos los públicos, no solo por su adulto argumento, sino en lo que a nivel jugable se refiere. Tendremos que pensar cada uno de los movimientos y opciones que se nos presentan a la hora de avanzar por el escenario, así como conocer el itinerario que siguen los guardas durante sus vigilancias, por no hablar de los preparativos necesarios antes de inmiscuirnos en nuevos encargos y que pasan por agasajarnos de las flechas y utensilios apropiados.

Basso, viejo conocido de Garret, prestará sus servicios además de proporcionarle misiones de todo tipo

Una de los detalles que más os llamarán la atención nada más comenzar una nueva partida será el amplio abanico de dificultades a escoger; y es que aunque el título de Eidos sea una experiencia dura, podemos hacerla más o menos llevadera o convertirla en un auténtico descenso hacia el realismo. Este es un apartado en el que nos gustaría hacer especial hincapíe ya que pocas veces hemos visto la posibilidad de personalizar hasta el extremo una aventura. Tendremos a nuestra disposición tres niveles de dificultad: 'Pícaro' que viene a ser nivel fácil, 'Ladrón' (Normal) y 'Maestro' (Difícil). Hasta aquí nada que no hayamos visto ya en casi todos los juegos del mercado. El punto de inflexión lo pone la posibilidad personalizar todos y cada uno de los ajustes del título, quedando divididas en varias modificaciones. Seleccionando una dificultad base entre las anteriores citadas, podremos elegir dentro de las modificaciones clásicas elementos como el desactivar guardado automático/rápido, sin la utilización del poder 'Concentración' que permite a Garret tener un mayor conocimiento del entorno o incluso eliminar los nocauts a los enemigos. Si esto os parece poco, agarraos que viene curvas. Las modificaciones 'legendarias' y 'extremas' solo quedan reservadas a los más valientes, a aquellos usuarios que se aventuren en una ciudad donde no habrá ni comida ni amapolas con los que rellenar salud y poderes, desaparición del indicador en el mapa, los recursos a la hora de adquirirlos serán excesivamente caros o donde incluso el que tan solo un único guardia se percate de nuestra presencia será motivo más que suficiente para que el juego nos penalice con volver a comenzar desde el principio; ahí es nada.