Análisis UFC Undisputed 3

La saga Undisputed

Ni siquiera THQ se imaginaba allá por 2009 que el lanzamiento de su simulador de MMA iba a tener tan buena acogida en un sector tan complicado como el de los videojuegos. Han pasado ya 3 años de dicho lanzamiento y la cifra de seguidores de las artes marciales mixtas no ha hecho más que aumentar, por lo que es de esperar que este nuevo título supere la más que digna cifra de 3,5 millones de copias vendidas que alcanzó su progenitor.

UFC Undisputed 3 ha tenido un año más de desarrollo que sus hermanos mayores. La segunda entrega no cumplió las expectativas de ventas, quedándose en los 3 millones de copias y por ello THQ ha querido variar la estrategia. En vez de sacar un título anualmente han optado por esperar dos años, otorgando mayor tiempo para trabajar en el desarrollo del mismo, circunstancia que se ve reflejada en el resultado final. Los cambios son bastante notables con respecto a las anteriores entregas: un nuevo modo de juego, más profundidad en el sistema de control o la inclusión de nuevos pesos y personajes son algunos ejemplos.

Apartado Técnico

Si bien las anteriores entregas de la saga ya cumplían en cuanto a gráficos se refiere, UFC Undisputed 3 da un gran salto de calidad en este apartado. Desde que vemos la espectacular intro, la cual intercala secuencias reales con vídeos propios del juego, nos damos cuenta de la calidad técnica que atesora el título.

Se han pulido los gráficos, haciéndolos menos poligonales. Las vistosas animaciones y la fluidez con la que se desarrollan las transiciones son también aspectos a destacar. Pero donde más ha mejorado esta nueva entrega es en la fiel recreación de los personajes y en la ambientación que envuelve cada combate. Los aficionados reconocerán sin problema alguno a sus ídolos y, como novedad, contarán con las espectaculares entradas personales de cada luchador que preceden a los combates.

A medida que avanza el asalto podemos apreciar las heridas causadas por los golpes y la sudoración de nuestros personajes con un grado de realismo verdaderamente asombroso.

El apartado sonoro es quizás uno de los puntos débiles de esta entrega. Si bien cumple su cometido, no experimenta un avance tan llamativo como el apartado gráfico. Los comentarios se hacen repetitivos y, a pesar de haber incluido nuevas líneas de guión y los efectos sonoros propios del combate (golpes, griterío, etc) se asemejan a los de las entregas anteriores.