Análisis World of Warcraft: Warlords of Draenor

Garrosh aún no ha dicho su última palabra

Tras los hechos acontecidos al final de 'Mists of Pandaria', Azeroth se enfrenta a un futuro incierto. Garrosh Grito Infernal, el antiguo jefe de la Horda, ha logrado escapar de su cautiverio antes de ser juzgado por sus horribles crímenes en Pandaria, encontrando además la manera de dejar Azeroth viajando atrás en el tiempo. Su destino es nada más y nada menos que Draenor, su planeta natal y también el de los orcos, y su objetivo es liderar la extinta Horda de Hierro evitando los acontecimientos que condenaron en el pasado a la raza. Garrosh se las arregla para evitar que los líderes orcos sean corrompidos al beber la sangre del demonio Mannoroth y así impedir la famosa traición de Gul'dan (un hecho determinante en el lore de 'WoW'). De esta manera Garrosh se dispone a liderar la Horda de Hierro junto a su padre el legendario Grommash Grito Infernal, llevando a Draenor los avances tecnológicos de Azeroth, además de crear un nuevo Portal Oscuro para invadir el planeta de la Horda y la Alianza; si es que nosotros no lo evitamos antes.

Con este apasionante argumento comienza la quinta expansión de 'World of Warcraft', un nuevo contenido que servirá para celebrar el décimo aniversario del lanzamiento de la franquicia. 'World of Warcraft' ha batido todos los récords en cuanto a juegos masivos en línea, sabiendo recoger y poner al día lo mejor de títulos como 'Everquest' o 'Ultima Online' y trasladarlo a una cantidad ingente de jugadores en todo el mundo. El aporte de cosecha propia de Blizzard también ha sido enorme, y a pesar de que ya han pasado 10 años desde que llegó al mercado, prácticamente todos los desarrollos MMORPG que van llegando siguen bebiendo de una manera o de otra de las sólidas bases que 'WoW' ha asentado en el género.

Éxito inicial entre la comunidad de WoW

Pero en un sector que avanza a un ritmo tan veloz como los videojuegos, diez años pueden ser una eternidad para cualquiera. Los tiempos van cambiando, con propuestas cada vez más atractivas que las anteriores y lo que ayer funcionaba, hoy puede no hacerlo, incluyendo esta premisa incluso a los modelos de transacciones. Como sabéis 'World of Warcraft' se ha sabido asentar muy bien bajo el modelo de pago mensual, un sistema que prácticamente nadie ha podido mantener durante toda la vida útil de sus juegos; el auge de otras alternativas como el free-to-play ha arrinconado a las cuotas mensuales. En el caso de 'World of Warcraft', el modelo se mantiene gracias a una gran comunidad que lleva muchos años jugando junta y a un sistema de actualizaciones y servicio ingame por parte de Blizzard muy potente. Pero lógicamente, nada es para siempre y el desgaste del tiempo ha hecho mella en el MMORPG, cuya comunidad se ha venido reduciendo poco a poco durante los últimos años, tocando fondo este pasado verano, tras 'Mists of Pandaria' (una expansión bastante discutida por la comunidad).

Como es costumbre, tras el lanzamiento hace unas semanas de 'World of Warcraft: Warlords of Draenor', la cantidad de suscriptores a nivel mundial ha aumentado gracias a la gran cantidad de novedades introducida por la expansión, algo que siempre funciona como efecto reclamo para millones de exjugadores. Aunque los momentos de mayor popularidad de 'WoW' parece que ya quedaron atrás (se llegó a alcanzar el techo de 15 millones de suscriptores), en los últimos días hemos conocido la gran noticia de que esta quinta expansión ha logrado alcanzar los 10 millones de suscriptores, todo un hito respecto a los números que se manejaban hace unos meses. Desde luego esto no es casualidad, y es que la propuesta de 'Warlords of Draenor' ha logrado convencer a muchos jugadores por su interesante trama argumental y por un acertado giro hacia la esencia original de la franquicia, además de introducir algunos añadidos muy interesantes como poder crear nuestras propias Ciudadelas, que más adelante detallaremos.

Una nueva forma de contar las cosas

Lo que más llama la atención cuando, tras realizar una corta cadena de misiones, entramos en Draenor, es la epicidad y la emoción con la que se ha dotado a los acontecimientos que tienen lugar en esta expansión. Junto con la atractiva historia -sobre todo para los fans del lore- se ha potenciando enormemente una narrativa cuidada donde ahora más que nunca sobresalen las escenas cinemáticas generadas con el motor del juego -mucho más peso en el desarrollo que antes-. Entraremos en el planeta de los orcos, donde nos espera el ejército de la Horda de Hierro, de la mano de algunos héroes de Azeroth, como Khadgar o Thrall, que constituyen solo un minúsculo pacto entre la Horda y la Alianza por detener a Garrosh. Como es de suponer las diferencias entre ambas facciones de Azeroth siguen siendo abismales, por lo que en líneas generales cada una se enfrentará a este conflicto haciendo la guerra por su cuenta.

Desde el primer momento, formaremos parte activa y muy importante de la resistencia de esta avanzadilla en Draenor, y las primeras misiones serán encargos vitales para lograr que nuestro grupo de héroes pueda salir sano y salvo. Lógicamente, las misiones de recolección y eliminación de siempre estarán presentes, pero es cierto que Blizzard se ha preocupado mucho por dotar de cierta variedad los encargos que tendremos que hacer. En todo momento, las misiones están íntimamente ligadas a la historia y a los acontecimientos, y en ellas viviremos auténticos momentos de acción y suspense junto a este "grupo de la esperanza" de Azeroth; nunca tendremos la sensación de que somos un peón más en la contienda, sino una pieza vital para la victoria. A todo esto ayuda la continua intereacción con jefes orcos tan importantes en el lore de 'WoW' como Grommash Grito Infernal, Durotan o Gul'dan.

Nuestros primeros pasos en Draenor, como decimos, serán muy intensos, sin tiempo para el aburrimiento; algo que ayudará a que subir a nivel 100 no sea un mero trámite, sino una parte del juego bastante disfrutable. Por otro lado, conseguir llegar al nivel máximo no será una tarea que requiera tanto tiempo o dedicación como en otras expansiones -'The Burning Crusade'- y además hemos notado que el nivel de dificultad no será demasiado exigente; suponemos que con el objetivo de que todo el mundo pueda disfrutar de Draenor hasta alcanzar el nivel 100. La variedad de misiones es mayor que en otras ocasiones y la duración de las mismas suele ser más corta que a lo que estamos acostumbrados. Por otro lado el paso de una zona a otra del mapa cuando vamos subiendo de nivel está mucho mejor hilado que antes; se nos lleva de la mano, logrando convertir la experiencia en algo continuo y no simplemente un pretexto para aumentar poco a poco una barrita hasta el próximo nivel. 

A nadie coge de sorpresa el hecho de que, como comentábamos, 'World of Warcraft' haya sufrido un gran descenso de suscriptores en los últimos años. Blizzard, consciente este problema, y habiendo ideado una expansión muy enfocada a traer de vuelta a los exjugadores, nos propone facilitarnos el camino si dejamos las llanuras de Azeroth hace ya unos cuantos años. Para ello comprando la expansión podremos subir automáticamente un personaje a nivel 90, tanto nuevo como por ejemplo un antiguo alter al que dejáramos olvidado hace años; esto significa que para adentrarnos en todo el contenido que nos ofrece Draenor no tendremos que subir un personaje desde cero -empleando un tiempo precioso que pocos están dispuestos a invertir-. Podremos elegir subir un personaje ya creado superior a nivel 60 y aparte de poder alcanzar al instante el nivel 90, se potenciará al máximo el nivel de todas nuestras profesiones. Por otro lado si decidimos subir un personaje nuevo al máximo, tendremos que subir por nuestra cuenta las profesiones, aunque será algo más accesible que antes y que podremos hacer sin salir de Draenor.

También se han introducido algunas otras novedades que afectarán a nuevos jugadores, a aquellos que vuelven y a los que nunca se fueron. Quizás una de las más importantes es la distribución automática de los objetos conseguidos a las bolsas correctas del inventario (bolsas para objetos de misiones, bolsas para consumibles de profesión, etc). 'World of Warcraft' puede convertirse en un auténtico caos sin un poco de orden en nuestro inventario, y esto es algo en lo que Blizzard ha puesto el punto de mira en esta ocasión. El sistema de talentos también sufre algunas modificaciones, añadiendo y eliminando diferentes habilidades en cada una de las clases. Esto supondrá el requisito de tener que volver a aprender nuevas mecánicas con cada clase y tomar nuevas decisiones en cuanto a los talentos a elegir.

Sube a nivel 100 y empápate de una historia épica

Y muchos se preguntarán ¿por qué tantas facilidades a la hora de subir de nivel? ¿Ha arrojado Blizzard la dificultad de 'WoW' por la ventana? El caso es que el juego ha ido viviendo una evolución constante desde su nacimiento que ha ido a la par de las clases de jugadores que juegan en él. La comunidad de 'World of Warcraft' hoy en día es muy heterogénea y en ella caben todos los tipos de jugadores: tanto los que buscan en contenido high-end de mayor dificultad para ir de raid con sus amigos de siempre de la hermandad, como aquellos que disfrutan el lore por encima de todo, pasando por los que solo quieren centrarse en coleccionar equipo, mascotas, monturas o dedicarse a las profesiones. El juego a día de hoy es de tales dimensiones que perfectamente puede dar cabida a todos ellos por igual con contenido adaptado a sus gustos, pero la subida de nivel de turno no tiene por qué significar un martirio. Los que quieran un verdadero reto, lo encontrarán a partir de nivel 100 si lo buscan.