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Smartphone es la palabra prohibida en Nintendo, algo así como Lord Voldemort en Harry Potter, pero los móviles sí pueden ser un buen recurso para el negocio
Sin embargo, es una burbuja. El porcentaje de desarrollos=proyectos exitosos económicamente, es mucho menor en smartphone que en consolas, en donde el mercado da menos beneficio, pero el número de proyectos rentables es mayor. ¿Que buscan las compañías? Pues buscan la lotería, crear el 'Candy Crush Saga' o el 'Angry Birds' de turno, ganar miles de millones al año con un desarrollo de unos cuantos miles de euros. Loable, pero el porcentaje de empresas que consiguen esto es irrisorio.
Actualmente el mercado de los móviles está totalmente masificado, con cientos de miles de desarrolladores grandes y pequeñas, que no hacen otra cosa que ocultar sus productos entre la ingente cantidad de aplicaciones que existen para estos dispositivos. ¿Por qué? Porque los riesgos son irrisorios, y todo el mundo se apunta. Conocemos los grandes éxitos, pero los casos de estudios móviles que lanzan un juego y no venden nada, pese a ser cientos todos los días, no se hacen conocidos…
Nintendo no quiere entrar en este mercado, lo cual considero acertado, ya que es totalmente diferente y el lanzar un Mario no garantiza pegar el pelotazo. Es una ruleta rusa, que puede salir bien o mal, pero antes de correr el riesgo hay muchas cosas que hacer o probar. Desde el punto de vista comercial, es un posible caramelo de muy buen sabor - como hemos visto esta semana los accionistas incluso instan directamente a Nintendo - pero la decisión de la compañía es clara.
Ahora bien, el tirón de orejas también se lo tenemos que dar a Nintendo. Porque si bien la masificación del mercado móvil no es aprovechable para desarrollos, sí lo es desde un punto de vista comercial, igual que lo es a día de hoy Internet. Nintendo sigue siendo una empresa muy cerrada en el que un cambio de tendencia en cualquiera de sus ramas, de modernización, se toma muchos años después que su competencia. Internet y publicidad son, a día de hoy, los puntos pendientes de Nintendo, y en este sentido los móviles hoy en día sí tienen mucho peso.
Por ello, Nintendo no debería cerrarse a, incluso, lanzar pequeños minijuegos y aplicaciones promocionales de sus títulos en móviles. Igual que lanza anuncios en la televisión o adorna páginas web con sus campañas. Aprovecharse de las tendencias del mercado es algo que Nintendo aún no ha conseguido realizar. Quizás una vista menos conservadora y más innovadora pueda solucionar estos y otros muchos problemas de Nintendo.
Dicho esto, y para resolver el tema de esta semana, Nintendo no debe entrar en el mercado móvil, pero sí sacar partido de sus posibilidades, y esto lo tiene que hacer ahora, no dentro de cuatro años. Podemos criticar a los inversores, que ven en el mercado móvil una fuente de oro inagotable, pero la situación actual de Nintendo está producida por una forma anticuada de promocionarse. La publicidad hoy en día, con Internet y los móviles, ha de ser activa, y debe estar incentivada por el propio usuario, por el boca a boca, esto siempre ha sido así.
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