Análisis Bioshock Infinite

Desde el primer momento que controlemos a Booker nos daremos cuenta de su fuerte personalidad, de encontrarnos ante un personaje que si bien puede parecer a simple vista el típico antihéroe, conforme la trama se desarrolle nos daremos cuenta de que para nada es así, en especial por la evolución que tiene a lo largo y ancho de la aventura.

Para enfatizar todavía más el carisma de DeWitt, el doblaje de éste ha sido muy trabajado. Desde su versión original y que hemos ido viendo en algunos diarios de desarrollo, pasando por su voz en castellano y la cual no desmerece para nada la experiencia, al contrario, estamos ante uno de los mejores doblajes realizados hasta la fecha. Ahondaremos más en este apartado en la correspondiente sección de audio.

Columbia: La obsesión por el detalle

Si Rapture os parecía "viva" , estar llena de pequeños y grandes detalles en cada uno de sus pasillos, habitaciones y personajes, es que no habéis viajado todavía a Columbia. Con una colosal entrada y puesta en escena, la urbe flotante se abre ante nuestros ojos. Varios minutos de sorpresa y entusiasmo nos embriagan al principio, aunque no tardaremos en darnos cuenta de que la religión es una parte importante de la ciudad. El increíble apartado artístico se deja notar desde que ponemos el primer pie en ella; el tratamiento de la luz o el agua son buenos ejemplos, y que al igual que 'Bioshock', eran de las primeras pinceladas en captar nuestra atención. Deambularemos por pasillos adornados con velas, un grupo de fieles se reúne en torno a un sacerdote. Nos hacemos notar, el ansia por recuperar a la chica y salir del trecho en el que nos encontramos nos pesa demasiado. Nuestra presencia no pasa desapercibida, hecho que los asistentes confunden con la intención de querer bautizarnos, de redimir nuestros pecados. Entre desorientados y confundidos por la situación, accedemos de mala gana al ritual... el cual pagamos con nuestro despertar en mitad de una plaza. En ésta nos reciben tres estatuas, tres personajes que se ciernen sobre nosotros impasibles; tres personajes que nos resultan extrañamente familiares y que portan en sus manos una espada, un pergamino y una llave.

Será justo desde este momento cuando seamos conscientes, o sino más os vale serlo, de que nada en Columbia está puesto a modo de relleno. Todos y cada uno de los carteles, conversaciones o habitantes tienen su sitio ahí por algo. La sensación una vez despertamos después del bautizo es abrumadora ¿por dónde empezar? Irrational Games ha sabido plasmar muy bien la experiencia de llegar "de nuevas" a una ciudad y sentirnos un tanto desamparados. Nos embriagará el colorido de Columbia, sus formas , sus pancartas y el aire de "felicidad" aparentemente perfecta. Entrar en las tiendas y escuchar las habladurías de la gente , como dos señoras comentan sobre el futuro de sus hijos, una pareja escucha abrazada un grupo de músicos o recorrer la feria de puesto en puesto hará que nos sintamos uno más entre el "invento" de Comstock, también conocido como profeta, alguien a quién todo el mundo parece venerar.

Siempre nos han dicho que desde las alturas se puede divisar mucho mejor el terreno, estar alejado de peligros; y eso es precisamente lo que el llamado profeta trata de evitar para sus habitantes. El mundo terrenal conocido como 'la Sodoma de abajo' no es bien recibido en Columbia, y Comstock quiere erradicar toda señal de él en su ciudad. Desde el principio se ha encargado de inculcar todo tipo de valores, prejuicios y teorías sobre lo que realmente debe o no creer la gente. La crudeza en forma de racismo está repartida por todas y cada una de sus calles, que no os sorprendan los baños para la gente de color y los que no lo son, o como durante uno de los eventos de la feria vemos a los asistentes entusiasmados ante la escena de poder golpear a una pareja que rompe con las "normas" de la urbe.

El uso de las armas, la religión, la ciencia, la política, la filosofía; todo ello y más tiene cabida en Columbia, y no, no tendréis que leer pesados libros para aprender. A base de carteles, conversaciones o los llamados voxófonos conoceremos más sobre las mencionadas temáticas así como el devenir de los personajes. A ellos hay que añadir los kinetoscopios, pequeños fragmentos en video de la época en los que se habla de la fundación de Columbia y el profeta.