Análisis Jett Rocket II: The Wrath of Taikai

Taikai vuelve más furioso que nunca

Desde hace algo más de una semana, los usuarios de Nintendo 3DS ya tienen a su completa disposición, Jett Rocket II: The wrath of Taikai. Este título, protagonizado nuevamente por el inspector planetario Jett, es la secuela directa del juego que pudimos disfrutar en Wii. Con un apartado técnico deslumbrante, pese a ser un juego descargable y limitado a ocupar un espacio de 40 megas, ahora le toca a Nintendo 3DS ver como se las gasta el estudio con las limitaciones de la eShop, mucho más benevolente que Wii, pero con un mínimo que cumplir. Da igual las restricciones, cuando Shin’en saca el exprimidor, poco se puede hacer para frenarla.

Para el que no conozca el juego anterior, decir que nuestro personaje principal se llama Jett y es un inspector planetario. En esta entrega, Jett vuelve al planeta Power Plant y nada más hacerlo se encuentra con problemas, serios problemas. Su enemigo, el robot Kaiser Taikai, ha atacado y secuestrado a todos  los robots que habitan en este planeta mecanizado. Al encontrase de nuevo con Jett, intenta quitárselo del medio  pero no lo logra, para suerte del protagonista. Nuestro deber está claro desde el principio, rescatar a los habitantes del planeta y derrotar al malvado Kaiser Taikai para restaurar la paz alterada por el robot.

Mezclando el 2D con el 3D

En esta nueva aventura, Shin’en ha optado por fusionar la mecánica de avance en 2D con mundos en 3D. Siendo la primera opción la forma de empezar los niveles, veremos como esto cambiará al concepto 3D según se vayan desarrollando, pero con niveles más pequeños. Mientras que la plataforma de sobremesa se quedaba con un juego más amplio, aquí se ha visto reducido y cambiado en ejecución de movimiento. Jett Rocket II tiene niveles de avance lateral en 2D y en contadas ocasiones tendremos la oportunidad de pasar a un entorno 3D en el mismo nivel, eso sí, la mecánica de juego en las fases no cambia en absoluto, el objetivo es el mismo en 2D y en 3D.

Como buen plataformas que es, las fases 2D no difieren mucho de lo que hemos podido ver en otros títulos del mismo corte. Clásico en ejecución de niveles y a la hora de los movimientos y ataques del personaje misma tónica. Jett puede saltar, lanzar un ataque rodante o usar una serie de objetos que aparecen en los niveles para ayudarnos,  como lo puede ser la mochila propulsora, que aparecerá en algunas fases con uso limitado para ayudarnos a llegar a zonas inaccesibles con el salto normal. El salto es un arma básica para derrotar a los enemigos. Al igual que hace Mario con los goombas o los koopa, Jett hace lo mismo con los robots de Taikai.

Saltando encima de ellos o bien con el ataque rodante, podremos derrotarlos de forma fácil y rápida, sin complicaciones. Extremadamente sencillos son las máquinas que rondan las fases y que no poseen armas de ninguna clase. Otro gallo muy diferente son aquellas que poseen disparos y que pueden tocarnos las narices en el momento menos oportuno. Con seguir el patrón de movimientos de los robots y la frecuencia de disparo nos basta para poder saltarles encima sin peligro o usar nuestro ataque rodante. Un ataque rodante muy polivalente pues no solo lo usaremos para derrotar a los enemigos, también para lograr más altura con el salto.

Dentro de los escenarios nos encontraremos, además de los enemigos de turno, con ciertas cosas que recoger. Diseminadas por el escenario, nos encontraremos con piezas que nos servirán en nuestra aventura como moneda de cambio. Como conseguir más de estas además de encontrarlas tiradas o flotando, fácil. Cuando se derrota un enemigo, estos tienden a soltar algo, en este caso dichas piezas. Valen sobre todo para usarlas en los diferentes mini-juegos que nos podemos encontrar en las diferentes secciones de los mundos. Es el dinero del planeta power plant, piezas que parecen paneles solares.