Análisis Max Payne 3

Eu nunca disse que era tão fácil

El mundo de Max Payne siempre ha sido muy oscuro “gracias” al ambiente que se recreaba en Nueva York, esta vez cruzamos una frontera para caer directamente en las favelas de Brasil, repletas de podredumbre aunque con algo más de luz respecto a las anteriores entregas.

En este caso, Max Payne 3 es un título de otra liga, superando a otros videojuegos en consola como Uncharted 3 gracias a sus detalladísimas animaciones, que a veces rozan lo enfermizo por parte del mimo de Rockstar Games en aplicarlos en cada secuencia. Los modelados de los personajes son simplemente geniales, sobretodo las de nuestro protagonista, el que más sufre durante toda la aventura y que nos dejara momentos realmente dramáticos que se harán representar de una manera brillante en sus expresiones fáciles y animaciones del cuerpo.

Las físicas y las animaciones son de otro mundo, el motor Euphoria funciona a las mil maravillas a la hora de impactar las balas en los enemigos o en el propio Max Payne, a estas se las añade un punto de violencia que le queda como anillo al dedo, y es que cuanto más cerca disparamos dependiendo del arma que utilicemos, veremos una mayor crudeza a la hora de impactar la bala en el personaje. Es realmente impresionante ver como atraviesa una bala en la cabeza de un enemigo y ver el enorme agujero con todo lujo de detalles en la cabeza de dicho personaje.

Los impactos de la bala cuentan con todo tipo de reacciones, es decir, si utilizamos una pistola de 9mm la reacción al impactar en un cuerpo será totalmente diferente a la de utilizar una escopeta de alta potencia, cada enemigo cuenta con cientos de animaciones y algunos tan detallistas como el disparar en una pierna mientras baja las escaleras y verle rodar por ella hasta caer muerto al final de las mismas.

Otro gran punto positivo es que todas las secuencias del videojuego, desde que lo iniciamos hasta que aparece la secuencia de créditos finales, están recreadas con el mismo motor del videojuego, es decir, que no cuenta con ninguna carga en ningún punto del videojuego, en el momento que aparece la cinemática de la historia, esta vendrá seguida del gameplay directo, sin pausas ni descansos, como a todos nos gusta.

Todo no iba a ser bueno en Max Payne 3, y es que cuenta con un punto negativo dentro del apartado sonoro. Por primera vez en la saga, Rockstar ha decidido que el videojuego no se encuentre localizado a nuestro idioma, únicamente los subtítulos. Nuestra critica en este apartado no va dirigido al doblaje en inglés que es casi perfecto, sino en los subtítulos en Castellano, que no te permiten ni seguir la historia en condiciones ni tener la oportunidad de ver los particulares comentarios de Max a causa de que son extremadamente pequeños, en este caso es completamente obligatorio que el videojuego nos hubiese llegado doblado al Castellano, es un videojuego que verdaderamente lo necesitaba, ya que cuenta con muchísimo guión de por medio y en muchas secuencias nos perdíamos lo que realmente dicen.

Entre medias de este apartado, existe un gran acierto, y es que Rockstar Games nos mete de lleno en el extraño y peligroso mundo de Brasil que ni el propio Max entiende, es por eso que aplaudimos el hecho de que los subtítulos en los momentos que se hablen en Portugués estén en Portugués, así conoceremos lo que realmente esta viviendo Max, un norteamericano en un lugar que desconoce por completo, esto dará momentos de mucha tensión al no poder defenderse en términos del habla, aunque Max parece a veces que solo sabe hablar disparando.

En cuanto al resto del apartado del sonido, escuchar la melodía principal es un gustazo, más que nada porque nos deja volar dentro de la nostalgia, dentro de aquella maravilla que creo hace muchos años Remedy Entertainment y que ahora cuenta con otros instrumentos que la interpretan, una verdadera delicia.