Wolfenstein: ¿Qué pasaría si los nazis hubieran ganado la guerra?

Desde el punto de vista cultural

Aunque la época nazi es bastante corta temporalmente, en comparación a otros imperios de la historia, lo cierto es que dejó una cultura muy bien marcada. La cultura nazi es tremendamente curiosa, trabajada, sobria y muy cuidada, debido a que durante dicha época era un medio más de la detallada propaganda nazi, dirigida por el ministro de propaganda Joseph Goebbels, uno de los hombres más poderosos del gobierno nazi.

Quizás muchos no lo sepáis, pero la juventud de Adolf Hitler fue muy creativa, quiso hacer carrera como pintor, pero lo rechazaron en dos ocasiones en Viena. Por tanto, el líder del Partido Nazi potenció mucho la cultura y el arte durante su mandato, eso sí, con restricciones. Hitler desechó el arte moderno de la época, para imponer un solo estilo artístico producido por las mentes creativas de Alemania. Se prohibieron los estilos más elitistas como el arte moderno o arte contemporáneo, calificándolos de "estilos degenerados", y se ensalzaba los estilos más clásicos y sobrios, sobre todo aquellas obras que ensalzaban ideas como la pureza racial o el militarismo. Gran parte del arte y anuncios de la época estaban protagonizados por militares.

Por ello, no es de extrañar ver esos típicos carteles propagandísticos de la época, aunque su objetivo fuera vender cerveza o tabaco, siempre destacando esas líneas serias y esos personajes "tipo" de la mal llamada raza aria germana. Estos son algunos ejemplos que veremos en 'Wolfenstein: The New Order':

En la variante más arquitectónica, el Partido Nazi sí tenía un estilo muy característico. Adolf Hitler era un admirador de la Roma imperial, desde su organización en los ejércitos, hasta su estructura social, copiando varios de estos elementos. Hitler pensaba que los romanos conformaron un imperio ario primigenio, y así como hizo en otros campos, emuló su arquitectura. También emuló algunos elementos arquitectónicos de los griegos, quienes eran descendientes de los pueblos arios según la ideología nazi.

Por ello, veréis como en 'Wolfenstein: The New Order' muchos de sus edificios y adornos, como estatuas, imitan este estilo clásico y antiguo.

Hitler quería usar elementos de estas arquitecturas clásicas para construir una Alemania imponente a los ojos del mundo. Lo haría con su arquitecto principal, Albert Speer, diseñando edificios imponentes que harían de Berlín la capital más importante del mundo. Algunos expertos aseguran que estas ideas de grandeza, probablemente, estuvieron relacionadas con la megalomanía. Los planes de esta Berlín imponente y superior nunca llegaron a realizarse por el estallido de la guerra, pero 'Wolfenstein: The New Order' es una buena manera de contemplar este trabajo arquitectónico completado.

Grandes edificios, construidos con paredes muy anchas de piedra, destacando elementos como su altura, enormes columnas e, incluso, uno de los elementos más usados por la arquitectura romana, las cúpulas, similares a las del Panteón. Por supuesto, las ventanas eran pequeñas y escasas, había que dar aspecto de robustez.

Aunque en la realidad no se llegara a completar una Alemania así, sí se construyeron los primeros elementos de este estilo arquitectónico tan peculiar. Empezando por el Estadio Olímpico de Berlín, para los Juegos Olímpicos de Berlín 1936, que estaba adornado por dos grandes torres y simbología nazi. Se proyectaron edificios como una nueva Cancillería del Reich, reflejando su poderío con un salón dos veces mayor que el Salón de los Espejos del Palacio de Versalles. Otra muestra de estos ideales de grandeza arquitectónica fue en el Pabellón de Alemania en la Exposición Internacional de París de 1937, el cual estaba situado frente al pabellón soviético, al que intentaron eclipsar.

Antes hablamos del Panteón romano, pero Hitler también quiso que uno de los elementos destacables de Berlín fuera un domo. Proyectó el Salón del Pueblo, un domo de 200 m de altura y 250 m de diámetro, 16 veces más grande que la Basílica de San Pedro. Esta cúpula puede verse en algunos de los artworks realizados por MachineGames para 'Wolfenstein: The New Order'. Incluso Hitler llegó a proyectar también una copia del conocido Arco de Triunfo de París, pero de 100 m de altura.

Por último, una imagen de como podrían haber sido los billetes y las monedas de una supuesta dominación nazi tras ganar la guerra. Por supuesto, no puede faltar toda la clásica simbología nazi, desde la esvástica hasta el águila del partido Nacional Socialista. 

Esperamos que os haya gustado este paseo por la historia real y la historia ficticia de 'Wolfenstein: The New Order' desarrollado por MachineGames y Bethesda Softworks, a quienes les agradecemos el envío de todo este material.