Análisis Final Fantasy Type-0 HD

Cuatro naciones enfrentadas por los recursos

'Final Fantasy Type-0 HD' llega tarde, muy tarde, a Occidente. Cuatro años han pasado desde el lanzamiento original para PSP en Japón en 2011, un momento en el que la portátil estaba en su plenitud en el país nipón, pero sin embargo en Europa y Norteamérica su popularidad había descendido y ya no recibía tantos lanzamientos como antes. Este hecho llevó a Square Enix a dejar de lado el lanzamiento fuera de las fronteras japonesas; los fans occidentales esperaron largo tiempo la llegada del spin-off -que en un principio estuvo pensado como lanzamiento para móviles- a la sucesora de PSP, PS Vita, pero este nunca llegó.

Cuando las esperanzas ya habían desaparecido, Square Enix confirmó el año pasado que el juego recibiría una revisión en alta definición, pero dejando de lado el terreno portátil para ir a parar a las sobremesas de nueva generación. De esta manera, PS4 y Xbox One reciben inesperadamente el estreno en Occidente de 'Final Fantasy Type-0 HD', con un apartado gráfico mejorado y con controles adaptados a las consolas de sobremesa. No es la primera vez que la saga 'Final Fantasy' se apunta a las remasterizaciones HD -hace tan solo un año ya recibimos en nuestras PS3 y PS Vita el pack 'Final Fantasy X/X-2'- pero sí es la primera vez que sale al mercado a precio de novedad. El precio completo se debe a la inclusión de un importante extra que muchos fans de la saga están esperando con ansias: la demo de 'Final Fantasy XV' que nos dará acceso al mapa abierto de Duscae. No sabemos que elemento -si el propio 'Final Fantasy Type-0 HD' o el potente reclamo de la demo- moverá a más jugadores a las tiendas, pero lo cierto es que demos aparte, el RPG remasterizado que tenemos entre manos promete muchas y buenas horas de combates y una historia interesante y muy diferente a lo que nos tiene acostumbrados la saga.

La entrega que hoy analizamos se engloba dentro del universo Fabula Nova Crystallis ideado por Square Enix (del que forma parte 'Final Fantasy XV' y la trilogía XIII), compartiendo mitología y contexto, pero siendo una historia totalmente independiente, con personajes nuevos. Hajime Tabata, director del juego, quiso en su momento acentuar esta diferencia cambiando el nombre original, 'Agito XIII', por 'Type-0' para dejar claro que aunque se trate de una especie de spin-off, estamos ante un nuevo comienzo dentro de la serie que nada tiene que ver con Lightning y cía. Quizás 'Type-0' no forme parte de la serie principal y sea considerado como un título secundario, pero lo cierto es que su propuesta ha influido de una manera determinante en el presente y futuro de la saga, prestando mucho de su sistema de combate en tiempo real al esperado 'Final Fantasy XV'.

'Final Fantasy Type-0 HD' transcurre en el mundo de Orience, cuya estabilidad y equilibrio están determinados por la existencia de cuatro cristales de poder divinos que protegen a cuatro grandes naciones. En el Imperio de Milites controla el Tigre de Argén, el reino de Concordia controla el Dragón Azúreo, la Alianza de Lorica la Tortuga de Sable y por último, el Dominio de Rubrum, el Fénix de Gules. Es esta última nación el hogar de los 14 protagonistas de los que ahora hablaremos. El conflicto entre las cuatro naciones nace por el afán de expansionismo del Imperio de Milites, que ansía dominar los otros cristales para aumentar su poder, aunque tenga que romper un pacto de paz por el camino. Para ello decide invadir las otras naciones -que se niegan a entregarles sus cristales-, comenzando por Rubrum, nación ante la que inician una gran ofensiva gracias a su avanzada maquinaria de guerra. 

La Clase Cero resurge entre las cenizas de la guerra

En la ofensiva a gran escala, el Imperio de Milites despliega toda su capacidad de guerra y logra adentrarse en territorio enemigo, lanzando a su corazón un artefacto que logra anular el cristal y así desproveer de capacidad mágica a las unidades de Rubrum, que caen como moscas. Todo parece perdido hasta que de la nada aparecen los miembros de la Clase Cero; 14 aspirantes con capacidades especiales que logran invocar un eidolón y expulsar a las fuerzas de Milites, incluso venciendo en combate al lu'Cie de estos (recordaréis los lu'Cie de la trilogía 'Final Fantasy XIII'). Parece que la Clase Cero es capaz de seguir usando magia sin la ayuda del cristal, lo que les da la victoria y permite a Rubrum ganar tiempo en la guerra que acaba de empezar. Debido a la inferioridad tecnológica frente a Milites, los altos mandatarios de Rubrum deciden utilizar a los aspirantes como su arma secreta en la guerra, desplegándoles en combate aunque solo sean unos adolescentes estudiantes de magia. 

Como véis, la trama de 'Final Fantasy Type-0 HD' muestra una temática de un carácter mucho más bélico que a lo que nos tiene acostumbrados la saga. Además de ello, el tono general es mucho muy crudo y no se anda con contemplaciones a la hora de mostrar toda la muerte que rodea a un conflicto bélico. Pese a tratarse de jóvenes estudiantes, la Clase Cero será enviada a la guerra y estará igual de expuesta a las bajas que el resto de los ejércitos. Los paralelismos entre realidad y ficción abundan en el juego, sobre todo en cuanto al conflicto entre las naciones por los cristales. Estos objetos, de tanta importancia en 'Final Fantasy', suponen la materia prima y elemento de poder más importante para las naciones; arrebatarle el suyo a las naciones rivales significa someterlas y debilitarlas.

'Final Fantasy Type-0 HD' está protagonizado por los 14 miembros de la Clase Cero, la elite de la Academia de magia de Rubrum. Dentro de esta coral de personajes no encontraremos un protagonista claro, quizás salvando a Ace o Machina, que gozan de un mayor papel al principio de la aventura; y en nuestra opinión esto es algo que resta peso argumental. Cada jugador podrá sentirse más y menos identificado con los personajes que quiera, pero lo cierto es que la jugabilidad está diseñada para que vayamos cambiando de uno a otro constantemente, sin centrar el foco en uno en particular durante mucho tiempo. Cada uno de los personajes, como podréis imaginar se comporta de manera diferente en combate.

El centro neurálgico del juego se encuentra en la Academia de magia de Rubrum, lugar de estudio y hogar de los aspirantes a Agito de la Clase Cero (y de todos los demás estudiantes). La figura de este centro de estudio nos ha recordado mucho a los jardines de 'Final Fantasy VIII', título del que se rescata el hecho de que, aunque poderosos, todavía seamos unos aprendices de guerrero (Seeds, Agitos... lo mismo da). De esta manera pasaremos mucho tiempo entre los muros de la Academia, donde podremos llevar a cabo cierto número de actividades entre misión y misión mientras pasan las horas. 

Entre misión y misión toca explorar

El juego original fue pensado para desenvolverse en un entorno portátil, y eso es algo que por desgracia hereda esta remasterización para PS4 y Xbox One. No esperéis grandes posibilidades de exploración; la Academia y el mapamundi ofrecen alternativas a las misiones principales, con encargos y algunos lugares y rincones por visitar, pero el foco principal está en las batallas. Por ello, el juego nos propone un tiempo limitado para que exploremos a nuestro libre albedrío entre misión y misión, de tal manera que la historia principal fluya, pero teniendo tiempo para hacer otras tareas que aporten variedad.

Entre misión y misión tendremos un tiempo de 12 horas para emplearlo en lo que quereamos; bien sea explorar la Academia para hablar con los NPC que nos ampliarán en gran medida la historia que tiene lugar en Orience, llevar a cabo diferentes encargos, desarrollar nuestros personajes o explorar el mundo. Cada una de estas acciones consume 2 horas del total de 12 horas (excepto el mapamundi, que consume 6), por lo que digamos que entre misión y misión podremos hablar con seis NPC, tomar seis lecciones en el aula, o explorar el exterior dos veces. Todo este tiempo de libre albedrío entre misión y misión no es obligatorio; si queremos podemos ir al mando táctico de la Academia directamente y partir en misión, pero lo cierto es que de hacerlo nos estaríamos perdiendo mucho contenido del juego.